Ginebra.- La pandemia de COVID-19 interrumpió los servicios críticos de salud mental en el 93 por ciento de los países, justo cuando la demanda de salud mental está aumentando, reveló la nueva encuesta de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La encuesta aplicada en 130 países, proporciona los primeros datos sobre el impacto devastador de COVID-19, a nivel mundial, en el acceso a los servicios de salud mental y subraya la necesidad urgente de financiamiento.

Anteriormente, la OMS destacó la falta crónica de financiación de la salud mental: antes de la pandemia, los países gastaban menos del 2 por ciento de sus presupuestos nacionales en atender a este sector.

“Y la pandemia está aumentando la demanda de servicios de salud mental. El duelo, el aislamiento, la pérdida de ingresos y el miedo desencadenan problemas de salud mental o agravan los existentes. Muchas personas pueden estar enfrentando mayores niveles de consumo de alcohol y drogas, insomnio y ansiedad. “

El titular de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, recordó que el COVID-19 en sí mismo puede provocar complicaciones neurológicas y mentales, como delirio, agitación y accidente cerebrovascular.

“Las personas con trastornos mentales, neurológicos o por uso de sustancias preexistentes también son más vulnerables a la infección por SARS-CoV-2, ya que pueden tener un mayor riesgo de sufrir resultados graves e incluso la muerte.”

Reiteró que la buena salud mental es fundamental para la salud y el bienestar en general, por lo que instó a los líderes mundiales a actuar con rapidez y decisión para invertir más en programas de salud mental.

Resultados de la encuesta

La encuesta, que se realizó de junio a agosto de 2020 entre 130 países de las seis regiones de la OMS, evalúa cómo ha cambiado la prestación de servicios mentales, neurológicos y por consumo de sustancias debido al COVID-19, los tipos de servicios que se han interrumpido y cómo los países se están adaptando para superar estos desafíos.

  • Más del 60 por ciento informó de interrupciones en los servicios de salud mental para personas vulnerables, incluidos niños y adolescentes (72%), adultos mayores (70%) y mujeres que requieren servicios prenatales o posnatales (61%).
  • El 67 por ciento vio interrupciones en el asesoramiento y la psicoterapia; 65 por ciento a servicios críticos de reducción de daños; y el 45 por ciento al tratamiento de mantenimiento con agonistas opioides para la dependencia de opioides.
  • Más de un tercio (35%) informó interrupciones en las intervenciones de emergencia, incluidas aquellas para personas que experimentan convulsiones prolongadas; síndromes severos de abstinencia por uso de sustancias; y delirio, a menudo un signo de una afección médica subyacente grave.
  • El 30 por ciento informó interrupciones en el acceso a medicamentos para trastornos mentales, neurológicos y por uso de sustancias.
  • Alrededor de las tres cuartas partes informaron al menos interrupciones parciales de los servicios de salud mental en la escuela y el lugar de trabajo (78% y 75% respectivamente).

Si bien, el 70 por ciento de los países han adoptado la telemedicina o la teleterapia para superar las interrupciones de los servicios en persona, existen importantes disparidades en la aceptación de estas intervenciones.

Más del 80 por ciento de los países de ingresos altos informaron haber implementado la telemedicina y la teleterapia para cerrar las brechas en la salud mental, en comparación con menos del 50 por ciento de los países de ingresos bajos.

La OMS emitió orientación a los países sobre cómo mantener los servicios esenciales, incluidos los servicios de salud mental, durante el COVID-19 y recomienda que los países asignen recursos a la salud mental como un componente integral de sus planes de respuesta y recuperación.

Aunque el 89 por ciento de los países informaron en la encuesta que la salud mental y el apoyo psicosocial son parte de sus planes nacionales de respuesta al COVID-19, solo el 17 por ciento de estos países tienen fondos adicionales completos para cubrir estas actividades.

Panorama Mundial

Al corte de este lunes 5 de octubre, en el mundo se han acumulado 35 millones 109 mil 317 casos y un millón 35 mil 341 muertes por COVID-19.

América se mantiene como la región más afectada al sumar 17 millones 101 mil 686 casos y 570 mil 746 muertes.

Estados Unidos suma 7 millones 305 mil 270 casos, seguido de India con 6 millones 623 mil 815, Brasil 4 millones 906 mil 833, Rusia un millón 225 mil 889, Colombia 848 mil 147, Perú 824 mil 985, Argentina 790 mil. 818, España 789 mil 932, México 757 mil 953 y Sudáfrica 681 mil 289.

Las muertes por COVID-19 en Estados Unidos suman 208 mil 64, Brasil 145 mil 987, India 102 mil 685, México 78 mil 880, Reino Unido 42 mil 350, Italia 35 mil 986, Perú 32 mil 665, España 32 mil 86, Francia 32 mil uno e Irán 26 mil 957.

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