Concierto Político

Por: Bibiano Moreno Montes de Oca

MARIO, PROMOTOR DEL EMPLEO. Durante la campaña presidencial del 2006, el candidato del PAN, Felipe Calderón Hinojosa, se definió a sí mismo como el “presidente del empleo”. Casi tres años después, el titular del Poder Ejecutivo no sólo no cumplió con el ofrecimiento de la generación de los nuevos empleos que anualmente demandan los jóvenes que se encuentran en edad laboral, sino que retrocedió: provocó cierres de empresas, despidos masivos, etcétera.

En pocas y definitivas palabras: el panista Felipe Calderón no cumplió con sus promesas de campaña de crear nuevos empleos, pues lo que hizo fue generar miles de desempleados. En mayor o menor medida, a lo largo y ancho del país lo único que se ha visto es el recorte de personal en los grandes emporios, los cierres temporales o definitivos de empresas generadoras de fuentes de empleo, las huelgas interminables y párele de contar.

El estado de Colima no es ajeno a este fenómeno de la falta de empleos bien remunerados, si bien la situación no es tan crítica como en otras latitudes. Sin embargo, la primera propuesta formal de campaña del candidato del PRI a la gubernatura del estado, Mario Anguiano Moreno, fue precisamente la muy sentida del empleo. La propuesta fue presentada ayer por el abanderado del tricolor, acompañado de la plana mayor de su partido, en uno de los salones del Hotel Ceballos de esta capital.

En su alocución, el candidato Mario Anguiano hizo notar que se requieren tres condiciones para la generación de empleos estables y bien remunerados en Colima, a saber: con buenos empresarios –algo que es fundamental–, con instituciones educativas vocacionadas –que sí las hay— y con un gobierno facilitador, algo que sin duda será la premisa del abanderado tricolor cuando llegue al cargo que busca a base de propuestas y compromisos ante la ciudadanía colimense.

En el caso de los buenos empresarios, el candidato del PRI hizo definió que lo son todos aquellos que estén dispuestos a invertir, que aprovechen las potencialidades y que sean generadores de empleo. En el caso de las instituciones educativas, éstas deben tener para la formación de profesionistas una actitud emprendedora y de aptitudes. En cuanto a los tres niveles de gobierno, Mario Anguiano especificó cuáles deben ser sus objetivos. Así, el gobierno municipal debe ser un prestador eficiente de servicios, el gobierno estatal debe ser facilitador de trámites y el gobierno federal debe ser generador de infraestructura.

El candidato priísta al gobierno estatal sugiere que se conserven los empleos existentes, como son los del sector público, los servidores profesionales, los de las grandes empresas y las PyMES, y  generar nuevos en esos mismos sectores. A este respecto, lo que el gobierno estatal puede hacer para mantener esos empleos es lo siguiente: eficientar los trámites en el sector público, ofrecer servicios e infraestructura pública a las grandes empresas y ofrecer asesoría y apoyo a los servidores profesionales y a las PyMES.

Mario Anguiano señaló que para crear empleos primero se debe definir de qué  tipo se demanda. No obstante, los instrumentos de estímulo para la inversión propuestos por el candidato son: excensiones y descuentos, mejorar los procesos para una ágil instalación de nuevas empresas, estudios de vocacionamiento y otorgar profesionistas y técnicos locales.

El candidato manifestó que en la riqueza de las regiones se deben conocer las potencialidades y tipo de empleo, definir el tipo de empresa y la promoción de la misma ante inversionistas locales, nacionales y extranjeros.

En cuanto al vocacionamiento, los municipios de Colima y Villa de Álvarez lo son en servicios y en lo comercial (hace falta un tecnoparque); el municipio de Tecomán es agroindustrial, de industria especializada y turístico (falta un corredor industrial, un puerto interior aduanizado y malecón); el municipio de Manzanillo tiene el puerto, industria especializada y es turístico (falta ampliación del puerto, más turismo y desarrollo de PyMES).

Las propuestas del candidato priísta Mario Anguiano son serias, responsables y, sobre todo, viables de llevar a la práctica.

EL FUTURO ESTA AQUÍ.

La primera vez que me sentí dentro de una historia de ciencia ficción fue en el 2001, precisamente el día 11 de septiembre, cuando sendos aviones se estrellaron contra las Torres Gemelas de la ciudad de Nueva York. Las imágenes en la TV desde temprano, una y otra vez, mostrando el momento en el que se lanzaba un avión contra uno de los edificios, y luego otro en el segundo de los rascacielos, se me antojaba la repetición de una película de corte cienciaficcionero y no lo de una lacerante y estremecedora realidad.

En más de una mente frenética se fantaseó sobre diversas catástrofes que se cernían sobre la Gran Manzana, la que lo mismo era semidestruida por un gigantesco meteorito o quedaba inundada, tipo la ciudad de Venecia, donde sólo sobresalían los edificios más altos; sin embargo, a muy pocos se les ocurrió pensar que sería víctima de un atentado terrorista, con la honrosa excepción de Mario Puzo, que vuela medio distrito de Manhattan en su novela La Cuarta K.

Sin embargo, el tema de los ataques terroristas ya quedó en el pasado; en consecuencia, lo de hoy es vivir el drama que envuelve al país y que lo tiene  en alerta máxima y al mundo entero con focos rojos: la presencia de la gripa porcina (que no gripa aviar para la que sí existe vacuna), a la que se le ha dado un revuelo inusitado, de nuevo nos hace sentir que participamos en un filme de ciencia ficción en el que la historia contempla muchas muertes y no da esperanzas de que vaya a haber un final feliz.

El virulento ataque real de la gripa porcina, que lleva ya en unos cuantos días a su cuenta más de un centenar de muertes en nuestro país, recuerda el ficticio de la película gringa Epidemia, donde un atarantado militar (interpretado muy forzadamente por un Dustin Hoffman al que no le queda ese tipo de papeles) se enfrenta a los malosos de la historia, es decir, a sus propios colegas generales que no se tocan el corazón para borrar del mapa algunas cuantas poblaciones enteras con tal de salvaguardar de la pandemia al resto de los sufridos mortales.

Los síntomas que muestran los atacados por la gripa porcina son mayores que los de un simple catarrito, dengue o cosa parecida; por lo tanto, son más graves los riesgos para el que la contrae. Por esa razón, el evitar los saludos de mano, con beso en la mejilla y toda la cosa, no están por demás. Lo malo con este tipo de enfermedades es que dejan corta la imaginación: tanto miedo que se tenía del sida hace unos años, y hoy ese mal parece hasta un poco inocente frente a las dañinas y depredadoras que son la gripa aviar y el ántrax, ésta última sin tantas repercusiones en nuestro país, pero no por ello menos maligna.

bibiao56@hotmail.com

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí