“Hemos visto que es necesario, a través de la comunicación, empoderar a la población sobre el autocuidado a la salud”, dijo el rector de la Universidad de Colima Miguel Ángel Aguayo López.
Esto durante la presentación del número 31 de la revista Estudios sobre las Culturas Contemporáneas, que edita la máxima casa de estudios de Colima y que en esta edición especial abordó el tema de Comunicación para la salud en las Américas.
El líder de los universitarios destacó, ante el púbico que se dio cita en la Pinacoteca Universitaria, la labor de Genaro Zenteno Bórquez, quien se ha desempeñado como coordinador editorial de la publicación desde sus inicios, hace 24 años. Felicitó también a los coordinadores de este número 31, los investigadores José Ramiro Caballero Hoyos y Ma. Guadalupe Chávez Méndez, así como a la Dirección General de Publicaciones porque, en conjunto, han demostrado que Culturas Contemporáneas mejora con cada nuevo ejemplar; “cada revista que sacan es mejor que la anterior”.
Aguayo López explicó que el concepto de la presente edición, surgió en el seno del Primer Encuentro Internacional de Cultura y Comunicación organizado por la UdeC en el 2007, y fue tomando forma a través de un trabajo colegiado entre cuerpos de investigadores y redes de investigadores diseminados en varios puntos de las Américas.
Destacó, del contenido de la publicación, el tema fundamental de la comunicación como un contacto de “doble vía”; por un lado, como herramienta para dar a conocer a la población políticas públicas en materia de salud y por otro escuchar las necesidades de la población, con el fin de lograr lo que ha sido una constante preocupación de los gobiernos del mundo: la salud global.
En su intervención, el coordinador editorial de la revista y profesor investigador de nuestra casa de estudios, Genaro Zenteno, se congratuló en anunciar la aparición en la WEB de la página de Culturas Contemporáneas (www.culturascontemporaneas.com), donde aparecen desde ya todos los números de esta revista desde su aparición en 1986. En este sentido agradeció el apoyo técnico del personal del Centro Nacional Editor de Discos Compactos, quienes presentaron el sitio en el XV Encuentro Nacional CONEICC, que se realiza en la Universidad Iberoamericana de la Ciudad de México.
“Agradezco a la Universidad —añadió— y a todas las áreas que están involucradas en la elaboración de la revista, porque gracias a todos ellos nos hemos podido mantener durante 24 años. La revista es parte del Programa Cultura del Centro Universitario de Investigaciones Sociales (CUIS) de la Coordinación General de Investigación Científica, pero la concebimos desde siempre como un proyecto de la Universidad de Colima, un proyecto institucional”.
El delegado del Instituto Mexicano del Seguro Social en Colima, Miguel Becerra Hernández habló en su momento de la investigación El programa IMSS oportunidades, un acercamiento a su estrategia de comunicación educativa aplicada a un contexto de alta marginalidad, en la que se detalla el mecanismo de este plan gubernamental que se basó en la acción comunitaria, esencial en el modelo de atención integral a la salud que ha tenido una efectividad creciente.
“Después de haber sido implementado en 1979 —dijo—, para 2006 ya mostraba un incremento continuo en la satisfacción de las necesidades básicas de salud superior al 40 por ciento, una disminución general de daños a la salud superior al 20 por ciento, la mejoría en la calidad de vida y el desarrollo humano, así como un incremento en la esperanza de vida derivado de la inversión en salud superior al 7 por ciento”.
Becerra Hernández destacó al número 31 de Culturas Contemporáneas como una excelente aportación a nivel Latinoamérica de lo que se puede lograr fusionando diversas sinergias en materia de salud. Cerró su mensaje asegurando que la sinergia entre las instituciones siempre será fundamental para el crecimiento de la sociedad y que nuestro país requiere de dos grandes pilares para su desarrollo: la salud y la educación, que –dijo– “van de la mano”.
Carlos Enrique Tene Pérez, director de la Facultad de Medicina comentó que la obra presentada deja un mensaje en el lector de que en Latinoamérica se continúa trabajando para mejorar el estado de salud de los pueblos a través de programas gubernamentales de tipo local y comunitario, y cada uno –aclaró– merece su estrategia de comunicación para difundir y lograr sus objetivos.
Además, se manifestó convencido de que la revista debe ser leída no solamente por quienes están interesados en la comunicación, por los profesionales de la salud, los antropólogos, los sociólogos o los estudiosos de las letras, sino por quienes toman las decisiones en esta materia. Para el profesional de la salud, agregó, es necesario educar a los pueblos para que aprendan a reconocer la diferencia entre tener y no tener determinado servicio de salud, “porque ésas son las comunidades con mayor marginalidad, las que ni siquiera se han percatado de que carecen de algo para vivir mejor”.
José Ramiro Caballero, coordinador de esta edición, señaló que tomaron la decisión de relanzar el tema de la comunicación para la salud, ya que en las décadas de los 70 y 80 del siglo pasado, tuvo un auge importante en el contexto latinoamericano, para desaparecer después, sobre todo en el ámbito de la discusión académica, de los materiales de difusión y de los organismos de desarrollo. “Cuando cambió de línea la UNESCO, el tema desapareció, así como apareció con bastante fuerza la propuesta de la economía neoliberal en los años ochenta”.
Dijo también que en América Latina la comunicación para la salud estuvo a la vanguardia con pensadores que difundieron bastante el asunto, desde un punto de vista teórico conceptual, y dos de ellos participaron con sus trabajos en la edición especial de la revista Culturas Contemporáneas: “el doctor Luis Ramiro Beltrán y el doctor José Márquez de Melo, quienes aportaron conceptos generales, así como ideas actualizadas sobre el asunto; fue un honor contar con su participación”.
Tomando en cuenta, dijo por último, que el tema de comunicación para la salud está bastante desarrollado en el entorno internacional, se abordó particularmente el punto de vista que más concierne al contexto latinoamericano: el asunto de la participación social. “Esta propuesta surgió en el contexto de las redes académicas de la Universidad de Colima con la participación diversas universidades del país. Hubo también un esfuerzo de redes internacionales detrás de esto porque tuvimos el apoyo de investigadores de Estados Unidos y de Latinoamérica, que felizmente aceptaron la invitación”.