Ciudad de México.- La manera de interactuar con el mundo ha cambiado a partir del internet y por consecuencia, la educación de nuestros hijos; la hiperconectividad ha rebasado los dispositivos.
De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares en México (ENDUTIH), realizada por el INEGI, los niños y adolescentes entre 6 y 17 años representan el 26.4 por ciento de la población que utiliza internet.
Con base al 15° Estudio sobre los Hábitos de los Usuarios de Internet en México 2018 de la Asociación de Internet, en promedio son 8 horas diarias las que destinan a actividades en línea como el entretenimiento, redes sociales y consumo de contenido audiovisual.
En México, el 67 por ciento de la población usa Internet habitualmente, y está cifra aumenta hasta casi el 86 por ciento entre los usuarios de 30 años, de acuerdo al mismo estudio.
A pesar que el Internet es una herramienta valiosa para el desenvolvimiento de las nuevas generaciones, puede llegar a ser un problema educativo si no se utiliza con objetivos claros y de manera responsable.
Esto lleva a algunas interrogantes: ¿qué estamos haciendo respecto al tema?, ¿qué efectos inmediatos se provocan?, ¿qué aprenden nuestros hijos? ¿qué estamos haciendo con nuestro tiempo?, ¿Cómo altera la dinámica familiar? Y ¿qué consecuencias se tendrán a futuro?
Entonces, ¿qué hacer?
Verónica Gutiérrez, fundadora y directora general de Parenting Global, plataforma que brinda acceso a información sobre paternidad en voz de especialistas internacionales, comenta que “la tecnología no es mala para los niños, sin embargo, se debe enseñar a usarla correctamente, así como se les enseña a los pequeños a mirar a ambos lados antes de cruzar la calle, ya que puede haber diversos riesgos para los cuales no están preparados”.
En el World Parenting Forum de 2019, organizado por Parenting Global, María Álvarez, vicepresidenta de Common Sense Latino, aseguró en su ponencia que es necesario implementar estrategias que permitan lograr un equilibrio sano del uso de la tecnología por parte de los niños sin interferir en su proceso nativo digital:
- Sé un ejemplo: Los niños aprenden valores, comportamientos y actitudes de ti como padre, por lo que es necesario que limites tu interacción con los dispositivos móviles para que no fomentes un comportamiento similar.
- Reglas claras: Es necesario establecer horarios para el uso de internet dentro de la casa y hacerlos respetar, de esta manera, el acceso a internet se convertirá en una herramienta valiosa para ellos y evitarás que los dispositivos controlen su vida, lo que permitirá una convivencia más cercana con ellos.
- Monitorea: Internet es una herramienta que tiene por objetivo brindar información, entretenimiento y facilitar la comunicación entre personas de todo el mundo por medio de las redes sociales, sin embargo, existen riesgos latentes que podrían exponer la seguridad de tus hijos, por lo que es necesario monitorear su actividad en línea.
- Exploren juntos: Dedica un tiempo para ver qué sitios son de su interés, qué juegos son de su agrado. De esta manera sabrás qué le gusta de la tecnología y porqué, fortaleciendo la comunicación y la conexión emocional.
- Mantén la comunicación: No se trata de imponer y censurar. La comunicación es fundamental para incrementar la confianza, recuerda que hablar con ellos sobre los riesgos de compartir información personal los ayudará a mantener una postura inteligente al navegar en sitios de internet.
Esta es la primera generación de niños y adolescentes que crece con un dispositivo móvil en sus manos, y la primera generación de padres que enfrenta desafíos sin precedentes en el manejo de los medios digitales en sus propias vidas y en la de sus hijos.
“La atención y constancia son dos de las mejores herramientas para que acompañes a tu hijo en su desarrollo personal y sacar su máximo potencial, de manera consciente, compasiva e inteligente”, finaliza la fundadora y directora general de Parenting Global. BP
