Existe una deliciosa manera de disminuir el riesgo de desarrollar una diabetes. Las personas con prediabetes que comen almendras mejoran su sensibilidad a la insulina y disminuyen el nivel de colesterol malo, concluyó una nueva investigación.
Los autores de la Universidad de Loma Linda (Estados Unidos) publicaron sus resultados en el Journal of the American College of Nutrition.
PREDIABETES Y DIABETES
La prediabetes ocurre cuando el nivel de glucosa en sangre es más alto de lo normal pero no alcanza la cantidad suficiente para ser considerado una diabetes. Esta condición implica un riesgo muy alto de desarrollar la diabetes tipo 2, una variante de la enfermedad que se asocia fuertemente a la obesidad y la vida sedentaria. La prediabetes no tiene síntomas y puede mejorar con cambios en el estilo de vida, como cambios en la alimentación y actividad física.
La diabetes tipo 2, por su parte, se desarrolla cuando el páncreas no produce suficiente insulina o el cuerpo pierde su sensibilidad a esta hormona, es decir se vuelve resistente a ella. Actualmente, el 90% de los casos de diabetes corresponden al tipo 2.
ALMENDRAS PARA LA PREVENCIÓN
Para analizar el efecto de las almendras en las personas con prediabetes, los autores trabajaron con 65 adultos con esta condición y una edad promedio de 53 años. Los voluntarios fueron divididos en dos grupos que siguieron durante cuatro meses una alimentación diferente. Mientras que la mitad de ellos consumió una dieta rica en almendras, el resto siguió un programa sin estos frutos secos. Todos los individuos realizaron una alimentación sana que incluyó cantidades similares de carbohidratos.
Al finalizar las 16 semanas, los participantes que disfrutaron de las almendras mostraron mejoras considerables en su nivel de colesterol malo (lipoproteína de baja densidad o LDL). Además, los autores observaron varios signos de mejoras en la resistencia a la insulina, como un descenso en el nivel de esta hormona en sangre y una mejora en el funcionamiento del páncreas, el órgano productor de esta hormona.
Los investigadores explicaron que el descenso en el colesterol malo protege al sistema cardiovascular y la mejora en el perfil de la insulina previene el desarrollo de diabetes tipo 2. “Resulta muy prometedor ver como cambios en la alimentación ayudan a mejorar factores que posiblemente tengan un rol en el desarrollo de la diabetes tipo 2”, dijo Michelle Wien, la autora principal. {jathumbnail off}
