APUNTES PARA EL FUTURO
Por: Essaú LOPVI

Es un momento crítico en la historia política de México, el escenario electoral se ha iluminado con la promesa de un duelo político sin precedentes.

Por primera vez, dos mujeres se alzan como candidatas principales en las elecciones presidenciales de junio de 2024, marcando un hito en la historia política del país.

Claudia Sheinbaum, la exjefa de gobierno de la Ciudad de México, emerge como la elegida del partido gobernante, Morena, mientras que Xóchitl Gálvez, una candidata independiente respaldada por el Frente Amplio por México, representa la esperanza de la oposición.

El ascenso de Claudia Sheinbaum en el proceso de selección de Morena no fue sorpresa, todos sabían que tenía el respaldo presidencial y de la estructura misma que responde a las ordenes del Ejecutivo y lideró las encuestas desde el principio.

Con un sólido 39,4 por ciento de preferencias, superó a su rival más cercano, el excanciller Marcelo Ebrard, quien obtuvo el 25,6 por ciento. Sheinbaum, una estrecha aliada del actual presidente, Andrés Manuel López Obrador, se ha destacado en esta contienda, a pesar de la prominencia de Ebrard en la política mexicana.

Pero nadie puede negar la sombra del ‘dedazo’ presidencial disimulado con un proceso de selección mediante encuestas, esto, debido a ‘la cargada’ evidente de los gobernadores de Morena, las delegaciones del Bienestar y el aparato de todo el partido a favor de Sheinbaum. Señalamientos del propio por Marcelo Ebrard de Morena y en algunos momentos por Gerardo Fernández Noroña del PT.

Las tensiones se incrementaron ayer durante el día cuando Ebrard criticó diversas irregularidades en el 14 por ciento de los paquetes con los resultados de las encuestas y uso de recursos públicos en el proceso y a la postre negarse a aceptar los resultados.

Sheinbaum ayer mismo le extendió una rama de olivo, destacando la importancia de la unidad y la democracia en esta elección histórica.

La influencia y presencia del partido de López Obrador sugieren que su sucesora en la presidencia tiene una ventaja significativa. Es importante destacar que el presidente nunca pudo consolidar constitucionalmente el proyecto de un segundo mandato de seis años, lo que hace que estas elecciones sean aún más cruciales para él.

La entrada de Xóchitl Gálvez en la contienda presidencial ha revolucionado el panorama político. La senadora, ingeniera de profesión, lidera la coalición de tres partidos de la oposición, que incluye al Partido de la Revolución Institucional (PRI), Partido de la Revolución Democrática (PRD) y al Partido Acción Nacional (PAN).

Su estilo comunicativo relajado y su imagen de empresaria autohecha han llamado la atención de propios y extraños, y es notorio el interés del presidente por debilitarla de una y otra manera. Pero Gálvez ha desafiado a López Obrador en público, lo que le ha dado notoriedad y resaltado su origen indígena.

El proceso de selección de la oposición también tuvo sus aristas de cuestionamientos y criticas al interior pero sobre todo del presidente de la República, cuestionando su desarrollo, que al final Beatriz Paredes del PRI terminó por reconocer previamente la ventaja de Xóchitl y cerró filas con su compañera del Frente.

Este jueves durante ‘La Mañanera’ del presidente López Obrador, se refirió a que si Marcelo Abrard se va por una candidatura libre, relegaría a Xóchitl a un tercer lugar en la contienda presidencial, pero Gálvez le contestó vía twitter “El problema en Palacio es que ven a las personas como votos. En el Frente las vemos como corazones. Le vuelvo a jugar doble contra sencillo que estos corazones laten más fuerte de lo que cree, Presidente”.

México está al borde de un cambio trascendental, con la posibilidad de elegir a su primera presidenta. Claudia Sheinbaum, una firme defensora de la «cuarta transformación» propuesta por López Obrador, y es la garantía de AMLO para tener a alguien que responda siempre a sus demandas aún estando fuera del poder.

Xóchitl Gálvez, por su parte, representa una alternativa fresca y desafiante a la hegemonía de Morena, impulsando la promesa de una contienda electoral emocionante y un futuro político incierto.

A medida que se acerca la fecha de las elecciones, los ojos de México y del mundo estarán puestos en estas dos mujeres que luchan por liderar el país y marcar un hito en la historia política mexicana.

Esta elección no solo refleja la creciente influencia de las mujeres en la política, sino también la posibilidad de un cambio significativo en el panorama político de México. El país está ante una elección que definirá su rumbo en los próximos años, con Claudia y Xóchitl como protagonistas de esta historia política inédita.