Colima.- El cáncer de colon es la tercera patología más común tanto en los hombres -después de cáncer de próstata y de pulmón- como en las mujeres –luego del de mama y de pulmón- en todo el mundo, informa la Secretaría de Salud y Bienestar Social del Gobierno del Estado.
En el marco del Día Mundial contra el Cáncer de Colon, cuyo objetivo es concienciar a la población sobre la importancia de una dieta adecuada como medida de prevención para ayudar a evitar la aparición del cáncer colon-rectal, la dependencia señala que de acuerdo a cifras de la Organización Mundial de la Salud, en el 2012 los cánceres diagnosticados con más frecuencia en el hombre fueron los de pulmón, próstata, colon y recto, estómago e hígado; mientras en la mujer se registraron los de mama, colon y recto, pulmón, cuello uterino y estómago.
Asimismo, según el área de Epidemiología del Instituto Estatal de Cancerología, el cáncer de colon y recto representa el 5.2 por ciento del total de cánceres que se atienden en esta institución, siendo el quinto más frecuente en la mencionada institución.
Entre los diez cánceres más atendidos en el IEC, el cáncer de colon era hasta el 2014 el quinto que ha requerido más atención, después del cáncer de mama, cérvico-uterino, de piel y de cabeza y cuello.
Desde el 2008 hasta el 2014, hubo un promedio de 23 casos, y anteriormente, entre 2001 y 2007, el promedio era de 14 casos cada año. Apenas en 2015 se registraron 13 casos.
Los institutos nacionales de Salud Pública y de Cancerología establecen que el de colon-rectal es el cuarto cáncer más frecuente en México.
Los síntomas del cáncer de colon y rectal son los cambios en la defecación por varios días; el sangrado rectal; heces oscuras, sangre en las heces fecales o en el papel sanitario; cólicos o dolor abdominal; debilidad y cansancio; sensación persistente de necesidad de defecar que no desparece después de hacerlo, y pérdida inexplicable de peso.
Los factores de riesgo que aumentan la posibilidad de desarrollarlos son: el sobrepeso y la falta de actividad física, así como ser mayor de 50 años de edad; tener antecedentes familiares de este tipo de cáncer y algunas enfermedades hereditarias e intestinales.
La dependencia recomienda que a partir de los 50 años, hombres y mujeres se realicen las siguientes pruebas de detección: sangre oculta en heces, colonoscopía y rectosigmoidoscopía; además realizar como medidas preventivas, actividad física; evitar el sobrepeso, la obesidad y el exceso de grasa alrededor de la cintura; evitar el consumo excesivo de alcohol; no fumar; aumentar consumo de fibra; consumir menos carne roja, y disminuir la carne frita, al carbón o muy cocida. BP
