COLIMA.- Colimenses se reunieron en el Parque Hidalgo, en la ciudad de Colima, para viajar a la CDMX y participar en la marcha que ha convocado el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador para el domingo 27 de noviembre.

Los citaron a las 15:00 horas, los camiones llegaron a las 17:45 horas, a las 18:39 horas no podían partir afinando detalles.

Los asistentes fueron anotados en listas, la distribución en los 9 autobuses que llegaron a ese lugar se complicó, algunos querían asientos mejores; los encargados subían y bajaban a las personas de los autobuses.

«Acá está mejor, ahorita van a bajar a las personas del autobús y ya nos subimos nosotros», gritó el diputado Alfredo Álvarez Ramírez, a un grupo de amigos con los que viajaba, integrantes del denominado Frente en Defensa del Maíz, y señalaba uno de los primeros autobuses, que se observaba a simple vista en mejores condiciones.

Por varios minutos esperaron a que la gente se ubicara para poder subir, el grupo se movía de un camión a otro, caminaban al primer autobús, luego al segundo, y así de regreso.

Los organizadores discutían imprevistos, iban, venían…

Vladimir Parra Barragán, titular de la Comisión Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado de los Municipios de Colima y Villa de Álvarez (Ciapacov), era uno de los organizadores. Portando la playera de la Selección Nacional caminaba de un lado a otro, solo, sin nada, luego con una mochila, recorría todos los autobuses, orientaba, daba instrucciones, indicaba qué hacer.

Por momentos, Vladimir parecía discutir, manoteaba cuando estaba hablando con María del Carmen Virgen Quiles, titular de la Secretaría General del Congreso local; imprevistos con los autobuses parecían ser la causa del «diálogo» acalorado.

«Ya nos han bajado de dos camiones», decía un hombre que portaba un sombrero, la mujer que lo acompañaba por un momento expresó, «mejor vámonos», pero finalmente abordaron un autobús.

Casi cuatro horas después de que se citó a la gente en el Parque Hidalgo y no podían tomar carretera los autobuses.

Hubo otros puntos de partida, la avenida Constitución en su cruce con Felipe Sevilla, donde por lo menos había tres unidades motoras; sobre la avenida Camino Real, a la altura también de la Avenida Felipe Sevilla se reunieron otras personas.

Así fue la partida de políticos, funcionarios, y gente del pueblo, familias, jóvenes, personas adultas que con dificultad caminaban apoyadas de bastones, personas discapacitadas, invidentes que se acompañaban entre sí guiándose.

Todos viajaban ligeros, con mochilas a la espalda y algunas bolsas de plástico donde traían bebidas y algo de comer, frituras.

En una transmisión por redes sociales realizada desde el lugar por esta agencia informativa, se les preguntó a algunos de los que ahí estaban a dónde iba, uno contestó que a la Ciudad de México, cuando se le cuestionó a qué, dijo que no sabía; otro dijo que a apoyar a AMLO, el presidente, pero luego dijo que iba al desmadre a echar relajo, a pasearse, a conseguir novia le gritaba la gente que estaba a su alrededor.

Se preguntó si les habían dado apoyos, dijeron que sí; se les cuestionó que cuánto dinero, se reían, decían que nada, luego que fruta, señalando unas papayas que había en cajas de plástico.

Viajarán toda la noche del sábado 26 de noviembre y amanecerán el domingo 27 en la Ciudad de México, donde marcharán hasta el zócalo acompañando al Presidente que los «ha convocado».

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