Ciudad de México.- Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, defendió el proyecto de presupuesto para el año 2024 presentado ante el Congreso de la Unión. En sus declaraciones, hizo hincapié en que no anticipa una crisis económica o financiera al final de su mandato.

En su conferencia matutina en Palacio Nacional, López Obrador admitió que existe un déficit en el presupuesto para el 2024. Sin embargo, subrayó que este déficit no implica un endeudamiento irresponsable por parte de su gobierno.

«No estamos incurriendo en un endeudamiento. Cada año, al presentar el presupuesto de Egresos, se contempla un porcentaje para la contratación de deuda, basado en las proyecciones de ingresos fiscales y las obras de infraestructura que deben realizarse. Puede haber un desequilibrio entre los ingresos y los gastos necesarios para las obras públicas, pero siempre seguimos las pautas establecidas por el Congreso. Además, es esencial destacar que no estamos sobrepasando los límites de endeudamiento del país», explicó el presidente.

López Obrador también señaló que su administración dejará una deuda menor en comparación con las administraciones previas de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.

«Nuestro nivel de endeudamiento será inferior al de Peña y Calderón. Mientras ellos aumentaron la deuda pública en aproximadamente 7 puntos porcentuales del PIB en promedio, nosotros nos mantendremos en alrededor del 4%. Esto creará un margen de maniobra para las futuras administraciones, lo que les permitirá tener una reserva en 2025 o 2026», declaró en el Salón Tesorería.

El proyecto de presupuesto público para 2024 ha sido objeto de críticas por parte de expertos debido al alto déficit público previsto, que alcanza el 4.9% del producto interno bruto (PIB), el más alto en más de 30 años, y esto ha levantado críticas pues es un año electoral y diversos sectores sectores señalan que podrían desviar recursos para las campañas de su partido.

En tanto la oposición ha calificado este presupuesto de «irresponsable», y en el sector privado, instituciones financieras como el BBVA y CitiBanamex han expresado su preocupación, sugiriendo que el presupuesto parece diseñado para ganar las elecciones de 2024.

Sin embargo, López Obrador defendió el déficit argumentando que se destina principalmente a proyectos de obras públicas, a pesar de que un considerable porcentaje del gasto total se destinará al desarrollo social y sus programas sociales.

«La deuda que se autorice, si así lo decide el Congreso, será utilizada principalmente para obras públicas, ya que anteriormente no se cumplía con la restricción de que la deuda pública solo podía contraerse para proyectos específicos», afirmó.

El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (Ceesp) estimó que la deuda pública de México aumentará un 59% durante la presidencia de López Obrador, que comenzó en diciembre de 2018. A pesar de esto, el mandatario reiteró su compromiso de dejar la deuda pública en un nivel del 48.9% del PIB, habiendo heredado una cifra del 43.6% en 2018.