El Vaticano alabó este sábado el anuncio de que científicos crearon la primera célula sintética y llamó a éste un “resultado interesante” que podría ayudar a curar enfermedades.
En un artículo publicado este sábado en el periódico del Vaticano L’Observatore Romano, llamó a este descubrimiento una “investigación interesante” y un “trabajo de ingeniería genética de alta calidad”.
El artículo aclara que los científicos que crearon la célula no han creado vida, sino que sólo han “reemplazado uno de sus motores”.
Podría parecer que este artículo marca un cambio en el discurso del Vaticano, pero de hecho, la Iglesia no se opone oficialmente a la ingeniería genética mientras la ciencia prohíba la clonación, las células embrionarias o cualquier otra cosa que se acerque demasiado a la procreación humana.
“La ingeniería genética puede hacer bien: es suficiente con pensar que podría aliviar enfermedades relacionadas con los cromosomas”, decía el artículo.
Sin embargo, los científicos deben “unir el valor con la precaución” porque “tocan un territorio muy frágil donde el medio ambiente y la manipulación juegan un rol que no puede ser subestimado”, afirma el artículo.
El genetista J. Craig Venter, quien lidera un instituto de genómica con su nombre, anunció este jueves que él y su equipo habían creado vida artificial por primera vez.
Usando un código de secuencia genética en una computadora, el equipo unió el ADN completo de una bacteria y lo insertó en la célula de otra bacteria. La nueva célula se replicaba a sí misma, controlada solamente por un genoma sintético.
“El peso del ADN es enorme, y enormes son las expectativas de la ciencia de la genética”, afirmó L’Observatore Romano. “Sin embargo, el ADN, aunque es una ingeniería excelente, no es vida”.
Venter dijo que el nuevo descubrimiento sería una herramienta que podría servir para convertir el dióxido de carbono en combustible y crear nuevas vacunas para tratar enfermedades.
