Al escapar de Japón, Ghosn ha cometido un delito evidente

Al escapar de la libertad bajo fianza, el expresidente de Nissan, Carlos Ghosn, quien ha insistido en su inocencia, ha cometido ahora un crimen evidente y no podrá regresar a Japón sin terminar en la cárcel.

“Esto básicamente va a desembocar en que él pasará el resto de su vida en Líbano”, dijo el miércoles Stephen Givens, abogado y experto en los sistemas legal y corporativo de Japón.

Aún no se sabe con certeza cómo fue que Ghosn huyó de la vigilancia en Japón y llegó a Líbano, o quién podría haber orquestado el escape.

La corte de distrito de Tokio revocó su fianza, de acuerdo con reportes de prensa de Japón, lo que significa que las autoridades confiscarán los 1.500 millones de yens (14 millones de dólares) que Ghosn había depositado como garantía en dos instancias para quedar en libertad.

Ghosn fue arrestado inicialmente en noviembre de 2018, puesto en libertad y luego arrestado de nuevo.

La corte estaba cerrada el miércoles por el feriado de Año Nuevo y no se pudo establecer contacto para conocer comentarios.

Ghosn había estado en libertad bajo fianza a la espera de un juicio sobre varias acusaciones de delitos financieros. Se esperaba que el juicio comenzara en abril, pero la fecha exacta no se había fijado.

La prensa de Japón reportó el miércoles que no había registro oficial de la salida de Ghosn del país, pero que un avión privado había salido de un aeropuerto regional rumbo a Turquía. Un reporte indicaba que salió de su vivienda en Tokio oculto en el estuche de un instrumento musical.

El ministro libanés de asuntos presidenciales, Selim Jreissati, dijo al diari An-Nahar que Ghosn entró en el país de manera legal en el aeropuerto con un pasaporte francés y una identificación libanesa.

Se ha conjeturado que un gobierno extranjero, el japonés, o ambos, podrían haber participado en el escape, o simplemente se hicieron de la vista gorda para librarse de un juicio potencialmente embarazoso.