Armería.- Las comunidades de Armería y Cuyutlán, acompañadas por la asociación civil
DEMAREM, expresaron de manera respetuosa su preocupación sobre el megaproyecto denominado “Desarrollo del Puerto Nuevo Manzanillo, en el vaso II de la Laguna de Cuyutlán, Colima.
De acuerdo a los habitantes de esta zona, el proyecto amenaza con provocar un ecocidio y un etnocidio, al poner en riesgo la Laguna de Cuyutlán —uno de los humedales más importantes del Pacífico mexicano— y con ella, las actividades que sostienen nuestra vida comunitaria: la pesca, la producción salinera, la agricultura, y el turismo local.

Señalan que de manera formal, han entregado sus solicitudes y demandas a distintas autoridades:

• Cruz Méndez González, presidente municipal de Armería
• Angélica Lizeth Jiménez Hernández, directora del Instituto para el Medio
Ambiente y Desarrollo Sustentable del Estado de Colima
• Indira Vizcaíno Silva, gobernadora del Estado de Colima
• Betzaida Luz Alondra Pinzón Carreto, diputada de la LXI Legislatura
• Mesa Directiva del Congreso del Estado
• Humberto Retana Santana, encargado de despacho de SEMARNAT
Colima
• Alicia Bárcena Ibarra, secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales
(se le entregó presencialmente y no respondió de recibido)
Todas ellas han recibido y acusado de recibido nuestro documento (adjuntamos
evidencia).

En él solicitamos, entre otros puntos:

1. Que no se aprueben obras, ordenamientos territoriales ni cambios de uso de
suelo sin consulta previa, libre e informada a las comunidades y colectivos
afectados. Consulta realizada debidamente con un censo de personas no
solo residentes sino afectadas por este megaproyecto, como el colectivo de
salineros, y no a mano alzada y sin representatividad real como acostumbran
las autoridades.

2. Que se realice un estudio ambiental riguroso y coherente, con
participación de especialistas y ciudadanía. No una simulación como se ah
hecho hasta la fecha.

3. Que se concrete la declaratoria de Área Natural Protegida de los vasos
III y IV de la Laguna de Cuyutlán y del Estero Palo Verde, ecosistemas
esenciales para Colima y cuya protección ya impulsa la CONANP pero no
define.

DEMAREM señaló que hasta la fecha, ninguna autoridad se ha pronunciado sobre estas solicitudes, lo que constituye un acto de indiferencia y una falta de respeto hacia la población que depende directamente de la laguna.

«Este silencio institucional es una omisión de responsabilidad para las comunidades de Armería y Cuyutlán. Hacemos un llamado a los medios de comunicación para que den visibilidad a esta problemática y acompañen la denuncia de las comunidades que hoy
enfrentan la amenaza de perder sus territorios, sus formas de vida ancestrales y la
biodiversidad de la Laguna de Cuyutlán, tan importante para todo el estado.»

Los activistas afirman que la protección de este ecosistema no es un asunto local, sino una causa de interés nacional.

«Lo que está en juego es la vida misma de la laguna y de los pueblos que la habitan.»

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