COLIMA.- El Senado de la República y la Asociación de Colegios Mexicanos de Ingenieros Topógrafos A.C. (ACOMITAC), otorgó el reconocimiento “Ingeniero Pascual Ortiz Rubio”, a 60 topógrafos y profesionales en la medición de la tierra y el geoespacio, entre ellos tres profesores en activo, un profesor jubilado y cuatro egresados de la Facultad de Ingeniería Civil de la Universidad de Colima. El reconocimiento fue por su contribución al desarrollo de la infraestructura y el cuidado del medio ambiente del país.
En el evento se reconoció, por su contribución a la formación de nuevas generaciones de ingenieros topógrafos geománticos, a Juan Manuel Uribe, Raymundo Moreno y Rosendo Sánchez; por trayectoria profesional, a Lehi Rojas, Alberto Espitia, Joel Valencia e Israel Espinoza, mientras que, por sus aportaciones al gremio de ingeniería topográfica, geodésica y geomática, obtuvo reconocimiento José Raúl Carrillo
La ceremonia, encabezada por la senadora Luisa Cortés García y José Raúl Castro, este último presidente de la ACOMITAC, se llevó a cabo en la Casona de Xicoténcatl, antigua sede del Senado de la República, como parte de la conmemoración por el 158 Aniversario de la creación de la carrera de Ingeniero Topógrafo e Hidrógrafo en México y en el marco del Día Nacional del Ingeniero Topógrafo, Geodesta y Geomático.
En el evento, la senadora adelantó que trabajan en un proyecto con la ACOMITAC para expedir la Ley de Topografía y Geodesia México, además de establecer el 2 de diciembre como el Día de las Personas Profesionales en la Medición de la Tierra.
¿Por qué es importante reconocer la labor de los ingenieros topógrafos?

Juan Manuel Uribe Ramos, uno de los topógrafos distinguidos con el reconocimiento “Ingeniero Pascual Ortiz Rubio”, señaló en entrevista que el trabajo del topógrafo es tan fundamental como el de un arquitecto o ingeniero civil, ya que su conocimiento constituye el punto de partida para la construcción de una casa, un puente o la planeación del uso de suelo.
Explicó que la topografía permite identificar zonas de riesgo -como hundimientos, inundaciones o deslizamientos- y es clave en el desarrollo de distintos tipos de obras; además, contribuye a la actualización de catastros para definir límites territoriales con certidumbre jurídica, apoyar la gestión del agua y participar en sistemas de alerta temprana, acciones que impactan directamente en la seguridad y el bienestar de la población.
El ingeniero topógrafo, dijo el investigador universitario, es el primero que entra al terreno, “mide superficie, ve la forma, las pendientes, y una vez que hace su trabajo, los entrega al ingeniero civil o al arquitecto, esto les da la garantía de que los planos no se traslapen a los del terreno; es decir, que queden bien definidos. Por ejemplo, lo límites entre los predios, pero también sobre el tipo de suelo que se va a trabajar”.
En este contexto, subrayó la importancia de que la senadora Luisa Cortés, junto con la ACOMITAC, impulsen un marco normativo que regule el ejercicio de la topografía en México, ya que ello permitiría reconocer la formación profesional y la relevancia técnica de esta disciplina. “No se trata únicamente de firmar planos -explicó-, sino de ofrecer la certeza de que el trabajo está bien hecho y de que las personas puedan confiar en que el lugar donde van a construir es adecuado, para así iniciar sus proyectos con seguridad”.
Para el investigador universitario, este reconocimiento es una distinción a sus 21 años de carrera como profesional, pero sobre todo como formador de topógrafos. “Me da mucho orgullo a veces ir por la calle o llegar a ciertas dependencias y ver egresados exitosos. Verlos trabajar me llena de orgullo, y eso me motiva a seguir dando lo mejor de mí, y más en la universidad donde me formé”.
La distinción, finalizó, “no es sólo mía, sino también para la Universidad de Colima, y eso es algo que nos debería hacernos sentir felices y orgullosos de que estamos haciendo un buen trabajo”.






















