TRUMP, CLAUDIA Y EL SANTO

TRUMP, CLAUDIA Y EL SANTO
Por: Carlos M. HERNÁNDEZ SUÁREZ

Tenía diez años, y las películas de El Santo me llenaban de terror: la joven iba por el bosque sola, desamparada, volteando para todos lados, perseguida por esos monstruos grotescos; la música del cello subía de tono poco a poco, y tú ya sabías que uno de esos monstruos que la perseguía saldría de atrás de un árbol en cualquier momento, y tú ibas a pegar el brinco de tu vida. Lo que yo hacía era cerrar los ojos y agacharme, tocando mis rodillas con la cara, y mi hermana mayor me avisaría cuando todo hubiera pasado.—¿Ya? —preguntaba yo.
Y ella me decía:
—Todavía no.
Unos segundos después:
—¿Ya?
Y ella:
—¡Que no! Yo te aviso.

Como si no fuera a escuchar el grito de toda la gente en el cine —siempre seguido de una risa nerviosa— cuando el monstruo apareciera.

Así me perdí de esas escenas tan espantosas: “La mano que aprieta”, “Hasta el viento tiene miedo”, “Santo contra el hacha diabólica”, “Santo contra los monstruos… y el estrangulador también” (lo del estrangulador se lo agregaron seguramente para más pegue).

Pero un día se me ocurrió una gran idea que cambió la forma en que veía el cine. Me dije: “La joven no está sola, alguien trae la cámara”.

Este descubrimiento fue un parteaguas. En esos momentos de tensión en que no sabías cuándo la araña, la momia o el monstruo saltaría en pantalla y te morías de angustia, me calmaba pensando en eso: “Alguien trae la cámara”… y el miedo desaparecía. Es increíble cómo ese pequeño detalle me ayudó.

Pues a veces no vemos esos pequeños detalles. Ahí están, a la vista, y nosotros, distraídos con otras cosas, los dejamos pasar. Los detalles se esconden.

El otro día, el presidente Trump, una vez más, refiriéndose a la presidenta Sheinbaum como lo hace siempre —incluso antes de convertirse en presidente—: “Es una gran persona”, “es una maravillosa persona”, agregó un misterioso: “…pero tiene miedo de los cárteles”.

Al igual que el día en que descubrí que la joven en el oscuro bosque no estaba sola y que había un camarógrafo junto a ella, me pregunté: ¿y de dónde sacó Trump esa información?

¿Por qué nadie discute ese pequeño detalle? Eso es algo muy grave. Primero, hay que observar que nadie en el gobierno ha negado los dichos del presidente, o sea, alguien cercano a la presidencia se lo dijo. Segundo, nada puede ser más fuerte que la fuerza del Estado contra enemigos internos o externos, y esa fue una muestra de debilidad inconcebible, demostrada ante una potencia extranjera.