JALISCO.- Brindar una estancia digna y respetuosa de los derechos humanos a las Personas Privadas de la Libertad (PPL) en los distintos reclusorios del estado es una prioridad para la Dirección General de Prevención y Reinserción Social (DIGPRES), de la Secretaría de Seguridad de Jalisco.

Como parte de esta estrategia, se realizó una intervención integral en el área de psiquiatría del Reclusorio de Sentenciados, uno de los cuatro centros penitenciarios que integran el Complejo de Puente Grande. En esta primera etapa se remodelaron dormitorios, áreas de control, canchas, espacios de atención médica y un salón de usos múltiples, donde se habilitaron una biblioteca y zonas para actividades artísticas y recreativas como pintura, clases de guitarra, ajedrez y otras disciplinas. Esta renovación beneficia directamente a 120 internos.

“Hicimos un diagnóstico de las necesidades y espacios que requerían atención prioritaria, y nos enfocamos en ello. Uno de los primeros objetivos fue intervenir este módulo. Todo lo que se adquirió es nuevo; el módulo ya existía, pero ahora está totalmente equipado para salvaguardar la integridad de quienes lo habitan, ofreciendo también un espacio para su expresión y una reinserción integral”, explicó José Antonio López Zaragoza, director general de Reinserción Social de Jalisco.

“Dentro de nuestro esquema de trabajo, una de nuestras prioridades es garantizar que las condiciones de estancia de las PPL sean dignas: que los espacios estén limpios, que el mobiliario sea adecuado y que haya condiciones de seguridad para todas las personas privadas de la libertad”, añadió.

Actualmente, el sistema penitenciario de Jalisco alberga a cerca de 13 mil personas privadas de su libertad, de las cuales alrededor de 10 mil se encuentran en la Zona Metropolitana de Guadalajara, ya sea bajo proceso o sentenciadas. El resto está distribuido en los Centros de Justicia Regional de Ciudad Guzmán, Puerto Vallarta, Autlán de Navarro, Tepatitlán, Lagos de Moreno, entre otros.