TAREA PÚBLICA / La justicia es un circo

Benedicto XVI: Quitando el Derecho, ¿qué distingue al Estado de una banda de ladrones?

Por Carlos Orozco Galeana

Fíjense ustedes que las últimas semanas asistimos a una función circense que deja muy atrás a los profesionales de esa actividad por tan bien organizada que se presenta.

Los medios se dan gusto difundiendo imágenes con tintes de criminalidad y, salvo las caras de dos sujetos que aparecen en un video, nadie sabe, nadie supo de dónde provino el dinero que se exhibe ahí ni a quien se le entregó finalmente; no hay tampoco certeza de cuándo y dónde se filmó ese show mediático con el cual se ha culpabilizado a funcionarios y gobernadores panistas, que blancas palomas no son.

Al tema se agrega, faltaba más, la aparición de un video en el que aparece un hermano del presidente, de nombre Pío, recibiendo dinero dizque para “el movimiento”.

Que el dinero le agrada a la alta clase política, ni duda cabe; que “aceita” conciencias, tampoco. Como hay impunidad, pocos o casi ninguno se acongoja de sus actos ilegales porque al terminar los encargos ya saben que nadie se atreverá a investigarlos, y menos a castigarlos.

Recuérdese el famosísimo caso del señor de las ligas, el entonces perredista y hoy morenista René Bejarano, en el que este se lució recibiendo cantidades millonarias de un empresario para obtener contratos en el gobierno de la Ciudad de México.

Fue precisamente, Rosario Robles, ex jefa del entonces D.F., quien sucumbió a los encantos del amor con un empresario argentino cayendo en una trampa que afectó su honorabilidad. Se creyó presidenta un día, y ya ven dónde quedó por ambiciosa.

Hoy el circo mediático está bien montado. Aun a sabiendas de que el video ya referido no tendrá validez en juicio alguno, Amlo se ha atrevido a presentarlo en una de sus conferencias mañaneras.

Maestro de la comunicación, quiere plantar en la conciencia de los ciudadanos que los gobiernos anteriores fueron muy corruptos, ( de lo que no hay duda ) no como el suyo que destila limpieza según su decir locuaz.

Amlo se juega con ese circo mediático las probabilidades de Morena en el 2021. La crisis económica y los efectos de la pandemia juegan en su contra, solo le queda debilitar a sus rivales, pedir a los ciudadanos meses más adelante que si votan contra él, la corrupción seguirá. Porque si la gente que piensa husmea sobre los resultados de su gobierno, se percatará que uno es el discurso presidencial y otros son los hechos indubitables. Los problemas más graves permanecen.

El circo seguirá. ¿Para cuántos meses le gusta a usted ? ¿Para tres, seis u ocho ? Los que sean necesarios para desgastar a los rivales.

Amlo teme perder la mayoría parlamentaria de su partido en la Cámara de Diputados y correr el riesgo de que el próximo presupuesto federal no vaya en la dirección que desea ni considere los montos adecuados y deseables para apuntalar las obras que todo mundo conoce.

Teme, sobre todo, a las alianzas que sus opuestos podrían hacer en los estados para tratar de ganar el mayor número de distritos electorales federales y, desde luego, la operación política de los gobernadores cuyos partidos son contrarios a Morena.

Pienso que los ataques de Amlo hacia sus opuestos del PRI y PAN obligarán a estos a aliarse para sobrevivir, y entonces preparémonos para ver entendimientos entre estos partidos aparentemente rivales y disímbolos ideológicamente.

Si exhibir a políticos y servidores públicos sucios fuera el preámbulo para mejorar el ambiente y recuperar lo sustraído al país, sería bien recibid esa acción. Pero no pasará de ahí.

La corrupción en particular que provocó el ex director de Pemex, Emilio Lozoya, ha reconfirmado lo que todos sabemos: la política corrupta rige los destinos de México.

Pemex, desde luego, forma parte junto con Sedesol del catalogo de instituciones corrompidas por malos mexicanos como Lozoya y la Rosario Robles quien dice que su mayor pecado, por lo que está presa, es por ser mujer!

Mención aparte merece la corrupción instrumentada por varias pandillas de delincuentes incrustada en los círculos de las instituciones de seguridad institucional donde se roban hasta la gasolina de las patrullas, no se diga los recursos de las partidas presupuestales.

Y en tal descomposición, si la realidad fuera otra, si se privilegiara la aplicación de la ley sin escándalos mediáticos, tendríamos un orden jurídico más enérgico, profesional y confiable. Pero nada de eso, nos persigue la maldición de observar cómo se sangra al país a diario en tanto se multiplican los pobres y nuestra economía se descompone.

Por ejemplo, no se necesitan encuestas para juzgar a los expresidentes, ahí está nuestra Constitución. Amlo se revela como un presidente que no quiere asumir su responsabilidad de sanear la vida pública y llevar a juicio a los exmandatarios. Se contenta con exhibir a sus contrarios. Teme que al salir, seguramente, le persigan y le apliquen la misma fórmula.

Hay muchos problemas en el país para continuar con ese show mediático que tanto gusta a las bases electorales con el ánimo de recuperar la confianza en las instituciones y en la política en general. México está con Amlo en la lucha contra la corrupción, pero que no le tiemble el pulso.