Los liderazgos ciudadanos en tiempos del COVID

Escollera

Por Edgar Cazares

Cuando las sociedades enfrentan tiempos difíciles, también surgen liderazgos que muestran su templanza, un aspecto importante para conducir a la sociedad por la certidumbre y esperanza en medio de la adversidad.

Colima ha vivido y vive tiempos sumamente complicados por la terrible pandemia del COVID-19 que nos ha arrebatado a personajes valiosos, queridos y en algún momento fundamentales para el desarrollo de la entidad.

Pero esta crisis también nos ha permitido evaluar quien es quién en el círculo donde se toman las grandes decisiones, quién se ha achicado ante el dolor de la gente y quienes se han portado a la altura de las circunstancias y demandas ciudadanas.

En anteriores columnas ya he mencionado que el propio gobernador del estado de Colima, José Ignacio Peralta Sánchez, ha hecho lo que ha estado a su alcance y más para tratar que la situación no se salga del control aunque ha habido otros sectores –incluidos sociales- que han dejado de hacer lo que les corresponde para alcanzar esa meta.

En Manzanillo también hay casos destacados, de personalidades que han mostrado decisión y liderazgo para tratara de sacar agua hasta de las piedras y no todos estos son de la clase política.

Casos como el de Migdalia Arévalo, de Coparmex; Héctor Felipe Luna Cortés, de la Asociación de Hoteles del Estado de Colima; de Sandra Delgado, de la Asociación Vigilemos Manzanillo (VIMAC), que desde sus trincheras han mostrado su firmeza para poner su granito de arena ante la crisis sanitaria que ha desequilibrado el orden de cosas que conocimos todavía a principios de este 2020.

En el caso de Migdalia –conocida por sus cercanos como Yaya- se ha acercado con sectores vulnerables del puerto y ha ofrecido su ayuda desinteresada – en la medida de las posibilidades de la organización que representa- a los que menos tienen.

Héctor Felipe Luna luchó hombro con hombro junto con empresarios de su gremio para que en algún momento se reactivara la hotelería pues ésta se encontraba a cierre del primer semestre del año a punto de cruzar la línea de no retorno y cuando menos consiguió algunas concesiones para que los establecimientos de alquiler pudieran obtener los sueldos de los trabajadores –casi 9 mil- y gastos básicos de operación-.

Sandra Delgado por su parte no ha dejado de manifestar públicamente sus reflexiones sobre la oportunidad que representa esta pandemia para cambiar nuestros hábitos respecto al cuidado del medio ambiente, pone el ejemplo recogiendo cuanta basura se encuentra en las playas. Hay más casos sin duda, pero por cuestiones de espacio me veo obligado a citar a algunos de los más ilustrativos, de esos de quienes hacen el bien sin mirar a quien, sin esperar remuneración alguna y rehuyendo a que su lucha capte los reflectores que sí anhela una parte de la clase política nacional. Porque a algunos el miedo ante lo desconocido o amenazas a la salud nos paraliza pero a otros, que seguramente también experimentan nervios, los alienta a contribuir a que los saldos negativos sean los menos posibles. Honor a quien honor merece. 

APUNTES DESDE LA COSTA

*También hay actores políticos que han hecho mucho más de lo que ha estado a su alcance para tratar de ayudar a la gente y también sin la intención de presumirlo. Llama la atención de servidores públicos como la diputada Martha Meza, la regidora Janett Gutiérrez, el regidor Carlos Zepeda, quienes no se han limitado a llevar ayuda en especie –o en efectivo- a gente necesitada sino que además han impulsado campañas para uso de cubrebocas y otras por el estilo, dentro de las medidas que ha hecho la secretaría de Salud y que desgraciadamente no todos acatan. Lo cito porque no se debe satanizar a toda la clase política. Hay quienes ayudan de corazón, sin necesidad de recurrir a poses como los citados, y hay otros que casi nos lo gritan para lucrar políticamente con ello.

*Esta será la última entrega del mes de julio, un mes que antaño me parecía –junto con diciembre- el más bello del año pero que a partir del 2020 tendrá un significado diferente. No me quejo porque tengo salud, trabajo y otras bendiciones. Simplemente a partir de este año me servirá de reflexión para entender mejor lo que es vivir el día a día. Gracias por el favor de su atención.

Sus comentarios por favor a edgar.cazares.afmedios@gmail.com