5 de junio, Día Mundial del Medio Ambiente

El Día Mundial del Medio Ambiente (DMMA) es el mayor evento global en favor del medio ambiente. Comenzó a celebrarse en 1972 y desde entonces ha crecido hasta convertirse en una de las principales herramientas de Naciones Unidas para extender la conciencia sobre el medio ambiente, llegando incluso a impulsar la acción política en este campo.

A través del DMMA, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) puede profundizar en las distintas cuestiones relacionadas con el medio ambiente así como promover el poder de todos para convertirnos en agentes de El Día Mundial del Medio Ambiente tiene como lema este año “Piensa.Aliméntate.Ahorra”, una campaña para de reducir los desechos y las pérdidas de alimentos.

Según FAO, cada año se desperdician 1,3 billones de toneladas de comida. Esta cifra equivale a la producción alimentaria de todo el África Subsahariana. Al mismo tiempo, una de cada siete personas del planeta se va a la cama hambrienta y más de 20 mil niños de menos de 5 años mueren de hambre cada día.

Teniendo en cuenta este enorme desequilibrio y los efectos devastadores que esto tiene para el medio ambiente, el tema de este año, Piensa.Aliméntate.Ahorra, pretende dar a conocer el impacto que tienen nuestras decisiones alimentarias y cómo tomarlas 100 por ciento informados.

Actualmente, nuestro planeta trata de ofrecer los recursos necesarios para sus 7 billones de habitantes (9 millones en 2050), sin embargo, FAO estima que un tercio de la producción alimentaria se pierde o es desechada. Este hecho es altamente perjudicial para las fuentes naturales de recursos y genera consecuencias negativas en el medio que nos rodea.

La campaña Piensa.Aliméntate.Ahorra quiere animarte a actuar. Quiere que seas testigo de cómo ciertas decisiones reducen el volumen de desechos, ahorran dinero y disminuyen el impacto medio ambiental de la producción de alimentos.

Si desperdiciamos comida, significa que todos los recursos empleados para producirla también lo son. Así por ejemplo, producir un litro de leche supone gastar mil litros de agua o producir una hamburguesa 16 mil litros. Todas esas emisiones de gas durante el proceso habrán sido en balde si desechamos alimentos.

De hecho, la producción global de alimentos ocupa un 25% de la superficie habitable, un 70% de consumo de agua, un 80% de deforestación y un 30% de gases. Es, por tanto, uno de las actividades que más afectan a la pérdida de biodiversidad y a los cambios en el uso del suelo.

Pero, ¿qué significa tomar decisiones informadas? Elegir aquellos alimentos cuyo impacto al medio ambiente es menor, es el caso de la comida orgánica en la que apenas se usan productos químicos. O adquirir productos en mercados locales en los que se sabe que no ha sido necesario el transporte y por tanto, no han supuesto tantas emisiones de gas.

Con información de ONU

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