Las tasas de partos prematuros no han cambiado en ninguna región del mundo en la última década, con 152 millones de bebés nacidos demasiado pronto entre 2010 y 2020.

Un informe de la Organización Mundial de la Salud, UNICEF y otras organizaciones asegura que existe una “emergencia silenciosa” de partos prematuros en todo el mundo.

Los nacimientos prematuros son la principal causa de muertes infantiles, y constituyen más de una de cada cinco de todas las ocurridas antes los cinco años. Los prematuros que sobreviven pueden enfrentarse a secuelas en su salud de por vida, con una mayor probabilidad de discapacidad y retrasos en su desarrollo.

Myriam ha tenido dos bebés prematuros. Sifa nació con 31 semanas y Teko con 28. Asegura que no hay suficiente apoyo para las familias. “Yo salí adelante gracias al apoyo de mi marido y de mis amigos. No puedes tener un bebé que crezca si la mamá se está ahogando. Simplemente no puedes”.

El lugar de nacimiento de un bebé determina su supervivencia. Solo uno de cada diez prematuros extremos (nacidos antes de las 28 semanas de embarazo) sobrevive en los países de ingresos bajos, frente a los nueve de cada diez en los países de altos ingresos.