Washington, D.C. – El presidente Donald Trump anunció la noche del 27 de noviembre, a través de su plataforma Truth Social, una «pausa permanente» en la migración proveniente de «todos los países del tercer mundo», en respuesta directa a un tiroteo que dejó muerta a una miembro de la Guardia Nacional y a otro en estado crítico.
El incidente, ocurrido el 26 de noviembre cerca de la Casa Blanca, ha avivado el debate sobre seguridad nacional y políticas migratorias.
El ataque tuvo lugar cuando dos guardias nacionales de West Virginia, desplegados en la capital como parte de la Operación «DC Safe and Beautiful» ordenada por Trump, fueron baleados por Rahmanullah Lakanwal, un refugiado afgano de 29 años.
Sarah Beckstrom, de 20 años y especialista del Ejército, falleció por sus heridas el 27 de noviembre, según confirmó su familia y el gobernador de West Virginia, Jim Justice. Andrew Wolfe, de 24 años y sargento de la Fuerza Aérea de la Guardia Nacional, permanece en condición crítica en un hospital local.Lakanwal, quien llegó a EE.UU. en septiembre de 2021 bajo el programa Operation Allies Welcome y obtuvo asilo en abril de 2025, había trabajado previamente con unidades respaldadas por la CIA en Kandahar, Afganistán.
El director de la CIA, John Ratcliffe, lo confirmó en un comunicado interno, destacando que el sospechoso formó parte de la «Unidad 03 de la Fuerza de Ataque de Kandahar» durante operaciones antiterroristas.
Autoridades federales lo describen como un «ataque terrorista» y planean cargos por asesinato en primer grado; Lakanwal fue arrestado en el lugar y motivaciones ideológicas están bajo investigación.
En su publicación en Truth Social –difundida horas después de la muerte de Beckstrom–, Trump vinculó el suceso a fallas en la migración durante la administración Biden: «Pausaré permanentemente la migración de todos los países del tercer mundo para permitir que el sistema estadounidense se recupere por completo, terminaré con todas las admisiones ilegales de millones de Biden, incluyendo aquellas firmadas por el autopen de Sleepy Joe Biden, y expulsaré a cualquiera que no sea un activo neto para Estados Unidos».
El presidente también prometió eliminar «todas las prestaciones y subsidios federales para los no ciudadanos» y desnaturalizar a migrantes que representen una «carga pública» o «riesgo para la seguridad», acompañando el mensaje con llamados a «redadas masivas».
El anuncio ha generado reacciones polarizadas. La Casa Blanca aclaró que la pausa entrará en vigor «inmediatamente» vía orden ejecutiva, afectando inicialmente solicitudes de afganos pero extendiéndose a naciones «fallidas con pandillas y cárteles de la droga» –sin lista específica aún.
Según un memo de USCIS filtrado, impactaría a unos 233 mil refugiados admitidos entre 2021 y 2025, cortando accesos a subsidios de vivienda, cupones alimentarios y Medicaid limitado para no ciudadanos.
El director de USCIS, Joseph B. Edlow, tuiteó el 27 de noviembre: «En respuesta al horrible tiroteo contra la Guardia Nacional por un nacional afgano, USCIS ha emitido nueva guía permitiendo factores negativos específicos por país al vetar a extranjeros de 19 países de alto riesgo».
Críticos demócratas, como la líder de la minoría en la Cámara Nancy Pelosi, denunciaron el anuncio como «xenófobo y anticonstitucional», prediciendo demandas judiciales similares a las de su primer mandato.
Trump, por su parte, reiteró en una entrevista con Fox News que la migración «ha erosionado los logros tecnológicos y las condiciones de vida de muchos estadounidenses», capitalizando el incidente para reforzar su narrativa de que inmigrantes de «naciones fallidas» impulsan el crimen –una afirmación disputada por datos del FBI que muestran tasas de criminalidad más bajas entre inmigrantes legales.Esta medida marca un endurecimiento radical de la política migratoria, reviviendo vetos como el «Muslim Ban» de 2017.
Expertos estiman que podría enfrentar bloqueos en cortes federales, pero con un Congreso republicano mayoritario, su implementación podría avanzar rápidamente. Mientras, la familia de Beckstrom emitió un comunicado pidiendo «justicia y unidad», sin vincular directamente el suceso a la inmigración.

















