Manzanillo.- Este año a diferencia de otros los alrededores y el interior del templo de Nuestra Señora de Guadalupe luce desolado debido a que las restricciones impuestas por la pandemia de COVID-19 impiden el arribo en masa de fieles así como de procesiones y peregrinaciones.

El templo, situado en las faldas del cerro del Sector 2 en la zona centro de la ciudad, programó un mayor número de celebraciones eucarísticas para dar cabida en forma diferida al mayor número de creyentes puesto que el número de ocupantes de inmueble es limitado.

Por primera vez en décadas se suspenderán las tradicionales mañanitas a La Virgen, rito que solía llevarse a cabo en las últimas horas de cada 11 de diciembre.

Dicha actividad implicaba bajar la imagen de la virgen de su lugar habitual en la parte frontal del redondo religioso y trasladarla hacia la explanada del Malecón del Espíritu Santo donde decenas le manifestaban su decisión.

La ceremonia implicaba la celebración de una misa que encabezaba el obispo de Colima.

Ello, de acuerdo a datos de AFmedios, solía congregar a casi 2 mil católicos en los primeros cuadros de puerto.

Incluso debate el tradicional docenario los accesos a la iglesia -por calle Balbino Dávalos y Bocanegra- solía albergar diferentes negocios temporales aprovechando la alta afluencia de este periodo.

En estos puntos También se realizaban verbenas populares y otros festejos de la temporada.

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