“Por cada suicidio consumado se habla de 20 o 30 intentos”: Huerta

Colima.- En México el suicidio es la tercer causa de muerte en adolescentes de 15 a 19 años de edad (8.5%), precedida por accidentes de autotransporte (16.6%) y las agresiones que encabezan la lista (24.7%).

Héctor Fabián Huerta Quintero, jefe del servicio de Psiquiatría del Pabellón Psiquiátrico de Ixtlahuacán resaltó que por cada suicidio consumado se habla de la existencia de entre 20 y 30 intentos no consumados.

“20 o 30 personas que pueden estar teniendo un intento suicida y que a veces no se detectan, eso es lo alarmante”.

Huerta definió al suicidio como un padecimiento clínico causado por diferentes factores que van desde lo biológico, genético, social o del entorno.

Tasa de suicidio

Hasta 2014 el Inegi registró en Colima una tasa de suicidio en jóvenes de 15 a 29 años de 6.9 por cada 100 mil habitantes, la cual se encuentra ligeramente por debajo de la media nacional que es de 7.1 por cada 100 mil habitantes.

A nivel nacional, la tasa de suicidio en jóvenes de 15 a 29 años es mayor en Aguascalientes, Campeche y Chihuahua, (16.3, 14.5 y 14.0 por cada 100 mil habitantes, respectivamente). En tanto que Oaxaca (4.4), Morelos (4.3) y Guerrero (3.4), presentan la tasa más baja.

Síntomas

La depresión adolescente puede ser identificada por ciertos síntomas observables como la irritabilidad en sus núcleos sociales o familiares, baja en el desempeño escolar, alteraciones en el sueño, además de pérdida del apetito o de las actividades y salidas recreativas.

Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía revelan de los suicidios ocurridos y registrados en 2014, 2mil 493 fueron de jóvenes entre 15 y 29 años (40.2% del total). Con ello se definió una tasa de 7.9 suicidios por cada 100 mil jóvenes de este grupo de edad.

Huerta Quintero destacó que tratándose de adolescentes es importante aprovechar el uso de redes sociales para identificar alguna idea de muerte o intención de suicidio que expresen para atender el problema a tiempo.

Lesiones

El Inegi también destacó de los intentos de suicidio identificados por lesiones autoinflingidas tratadas por la Secretaría de Salud, se identificó que “pese a que existe un mayor número de suicidios de hombres, que de mujeres, ellas lo intentan en más ocasiones”.

El Inegi aclaró que la estadística demuestra que 58.1 por ciento de los egresos por autolesiones en 2014 fueron mujeres y 41.9 por ciento hombres.

También se informó que cinco de cada 10 lesionados eran menores de 25 años. 11 de edades entre los 10 y 14 años, 23 entre 15 y 19 años, así como 19 entre 20 y 24 años.

Drogas y suicidio

El jefe de servicio de psiquiatría del Pabellón de Ixtlahuacán, Colima, reveló que descubrieron un incremento de intentos suicidas en los últimos ingresos al Pabellón por consumo de metanfetaminas, crystal o sustancias ilícitas.

“No es propiamente una depresión, sino que empiezan a desarrollar síntomas psicóticos, ideas de que los persiguen, los dañan, de que les van a hacer algo y entonces ellos optan por suicidarse mejor, antes de ser atacados”.

A pregunta expresa de AFmedios si habría una relación entre el aumento de intentos suicidas con un incremento en el consumo, el psiquiatra destacó que contrario a lo pensado, han identificado un menor consumo, pero sí un daño más rápido.

“Seguramente esta sustancia que se está utilizando está teniendo algún efecto tóxico a nivel cerebral y está aumentando (…) es una sustancia mucho más agresiva, mucho más efectiva para el fin que se busca.”

Prevención y atención

Huerta Quintero invitó a los padres de familia a permanecer atentos a la sintomatología relacionada a la depresión adolescente.

Resaltó la importancia de mantener una buena comunicación con los jóvenes, además de llevar una supervisión constante de sus relaciones o entornos. También destacó el control parental en redes sociales para evitar la exposición a situaciones de riesgo.

El psiquiatra recordó que los padres de familia también deben buscar tener una buena relación con los maestros de sus hijos pues ellos son los que tienen mayor convivencia con sus hijos y pudieran identificar algún comportamiento irregular.

Ballena Azul

La Ballena Azul es un fenómeno internacional que consiste en una serie de retos que llevan a los jóvenes participantes a ponerse en situaciones de riesgo hasta terminar en el suicidio.

Los retos van desde ver películas de terror toda la noche, despertarse en la madrugada y mantenerse despierto, no dormir en absoluto, trepar una torre eléctrica, sentarse en la cornisa de un edificio alto, dibujarse en el antebrazo una ballena azul con cortes o suicidarse.

Es importante recordar que los adolescentes tienen un pensamiento concreto y su cortex prefrontal aún no está completamente desarrollado, por lo que actúan por impulso en lugar de reflexionar sus decisiones.

Esta parte del cerebro ayuda a analizar las experiencias pasadas para aplicarlas al presente en la toma de decisiones que afecten el futuro.

El jefe psiquiátrico de Ixtlahuacán opinó que muchas veces los participantes “son adolescentes que están buscando encajar en un grupo, en una sociedad, identificarse con alguien” que al ser invitados a participar se sienten integrados y empiezan a aceptar los retos.

El problema con los retos de La Ballena Azul es que los jóvenes viven al día, por lo que ven el último reto (suicidio) muy lejano, “entonces está haciendo los retos sin planificar que en algún momento va a llegar a esto.”

Cuando llegan al final, regresa a su mente la necesidad de pertenecer a un grupo social o sentirse identificados, “entonces es cuando puede cometer el acto suicida”, sentenció el psiquiatra.

Fabián Huerta destacó que los jóvenes que participan en este reto no necesariamente tienen un cuadro de depresión, sino que ven afectada su asertividad por el tipo de actividades que les piden hacer. Los retos afectan su estado de alerta, sobre todo porque muchos de ellos incluyen falta de sueño provocando un estado donde no reconocen entre lo “real y no real”.

Para hacer frente a este fenómeno, es importante que los padres de familia, maestros y amigos de los jóvenes, tengan una buena comunicación con el adolescente para evitar que se interesen en esta clase de retos.

Más allá de los comportamientos propios de la adolescencia, es importante estar al pendiente de sus comportamientos, rutinas y hábitos para identificar cuando algo esté fuera de lo normal.

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