VILLA DE ÁLVAREZ.— En un testimonio crudo del señor Salvador, ciudadano y derechohabiente del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), denunció públicamente los actos de agresión y abuso de autoridad de los que fue víctima por parte del personal de seguridad de la Clínica No. 1 del IMSS, luego de que le fuera negado el surtimiento de una receta médica indispensable para el tratamiento de su padecimiento crónico.
Los hechos ocurrieron el día de ayer (viernes 6 de junio) alrededor de las 19:20 horas, cuando Salvador acudió a la farmacia de dicha clínica para surtir una receta expedida por su médico psiquiatra, quien le indicó la toma de pregabalina de 75 mg, medicamento que Salvador debe consumir de manera permanente debido a una neuropatía diabética diagnosticada hace tres años como consecuencia de su diabetes tipo 2, enfermedad que padece desde hace casi una década.
“La señorita de la farmacia me dijo que no me podía surtir la receta porque, según el sistema, ya había surtido una cantidad de medicamento a principios de mes. Pero esta receta era nueva, expedida por la psiquiatra en consulta reciente. No me la quiso surtir y me negaron mi derecho”, explicó Salvador.
Molesto por lo que consideró una injusticia y una negación de su derecho como derechohabiente, Salvador tomó la decisión de grabar la situación con su celular para dejar evidencia del mal trato. Esta acción, lejos de provocar una solución por parte del personal, desató un acto de violencia alarmante.
“Jamás me invitaron a retirarme con diálogo. Llegaron tres guardias. Uno robusto me arrebata el celular, empezamos a forcejear, y se sumaron los otros dos. Me dieron golpes, me tiraron al piso, y uno de ellos me puso el zapato en la cabeza. Yo gritaba que soy diabético, que me dolía, que me quitaran el pie de la cabeza”.
Durante el sometimiento, Salvador perdió el conocimiento. Afirma que, tras ser trasladado a urgencias, nunca fue evaluado correctamente: ni su presión arterial ni su glucosa fueron medidas; únicamente se le hicieron algunas preguntas sin revisión médica formal.
“No me checaron nada. Me pasaron a una sala, me sentaron y una trabajadora de quejas se llevó mi receta. Me tuvieron horas ahí. Yo solo quería aire, me salí un momento y fue cuando decidí irme a poner una denuncia”.
Ya en casa, Salvador y su familia lograron recuperar el video borrado por los guardias, quienes —según sus palabras— manipularon su celular para eliminar la evidencia. El video muestra parte del abuso físico del que fue víctima y refiere que hay otro que una persona grabó y subió a las redes sociales.
“Ese video no lo subí yo, pero lo grabé yo. Lo borraron, pero lo recuperamos. Y ahí está. Ahí se ve cómo empezó todo, cómo me arrebatan el celular, cómo me agreden. Me preguntan por qué grito, pero no gritaba, hablaba fuerte, porque exigía lo que es mío: mi medicamento”.
Posteriormente, ya con asistencia legal, Salvador acudió al Ministerio Público para interponer la denuncia correspondiente y solicitó revisión por parte del médico legista, quien le realizó una evaluación de las lesiones. En paralelo, recibió una llamada de una autoridad del IMSS, hecho que Salvador interpretó como un intento de contención institucional ante la viralización del video.
“Me preguntaron que cómo estaba. Yo no me escondo, no tengo nada que ocultar. Si cometí un error, que se me sancione, pero exijo lo mismo para quienes me golpearon y abusaron de su poder”.
Este caso expone una problemática persistente en el sistema de salud pública: la deshumanización del trato al paciente, la falta de vocación de servicio, y los protocolos de seguridad mal aplicados, que lejos de garantizar la integridad del derechohabiente, pueden vulnerarla, establece el denunciante.
“Solo pedí dos cajas de pastillas, y terminé golpeado, humillado, sin medicamento, y con el corazón lleno de impotencia. Lo único que le pido al IMSS es calidad en el servicio, humanidad y aplicación de la ley. Que se sancione a quien se tenga que sancionar, incluso si soy yo”.
Salvador anunció que continuará con el proceso legal y que ratificará la denuncia el próximo lunes en el Complejo de Seguridad de Villa de Álvarez. Reitera que no busca venganza, sino justicia, y exige que lo sucedido no quede impune, no solo por él, sino por todos aquellos que no han tenido la oportunidad de defenderse o de grabar lo que viven dentro del sistema.
“Gracias a Dios hoy estoy aquí, hablando. Pero ¿y si hubiera muerto ahí mismo cuando perdí el conocimiento? ¿Qué hubieran dicho? Que me convulsioné. Que fue mi enfermedad. Pero no contaban con que alguien grabó. Y que yo también grabé”.
Postura del IMSS
Esta agencia informativa solicitó a la Representación del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Colima su la postura respecto a este incidente, y se nos mencionó que se emitiría un comunicado.
El documento señala:
* Este viernes 6 de junio se atendió a un derechohabiente en el servicio de Farmacia del hospital, a quien no fue posible surtirle el medicamento solicitado, ya que había sido entregado previamente en su Unidad de Medicina Familiar de adscripción, el pasado 2 de junio.
* Al tratarse de un medicamento de transcripción (no incluido en el cuadro básico de Primer Nivel, por lo que se toma del catálogo de especialidades), no es posible su entrega en dos ocasiones durante el mismo mes.
* Ante la situación, se brindó atención conforme a los procedimientos institucionales, con seguimiento a las áreas de oportunidad en la intervención del personal de vigilancia reforzando las medidas orientadas al trato respetuoso y digno hacia las personas usuarias.
* El Instituto ha iniciado los procedimientos correspondientes para esclarecer los hechos y deslindar responsabilidades.
* Además, se mantiene contacto con el derechohabiente y se brindará acompañamiento durante todo el proceso.
* El IMSS reitera su compromiso con una atención médica segura, de calidad y con pleno respeto a los derechos humanos.
Comisión de Derechos Humanos del Estado de Colima investigará
La Comisión de Derechos Humanos del Estado de Colima informa a la población que, desde la noche de ayer, se abrió de oficio la queja número CDHEC/2V/124/2025, relacionada con los hechos ocurridos en el área de Farmacia del Hospital General de Zona (HGZ) No. 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en Villa de Álvarez, donde cuatro elementos de seguridad privada sometieron a un derechohabiente.
Se informa también que ya se ha establecido comunicación con los familiares de la persona afectada, y se procederá a levantar la queja por comparecencia para acumularla y remitirla a la brevedad, junto con los medios de prueba, a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), al tratarse de una autoridad federal la señalada como responsable.
Desde esta Comisión brindaremos acompañamiento a la persona afectada y condenamos la evidente falta de capacitación de los elementos de seguridad privada que intervinieron en el acto, al no respetar los protocolos de actuación e incurrir injustificadamente en un uso excesivo de la fuerza.
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