Por Balvanero Balderrama García balvanero@gmail.com / @Balvanero.B
Hace muchos años, mi pueblo natal fue sacudido por la presencia de un grupo de jóvenes cantantes, de diversos países, el grupo se llama(ba): Viva la Gente.
Dieron un concierto en la plaza que paralizó nuestra comunidad; la ciudad de los portales -que así le dicen también al pueblo mágico de Álamos Sonora-, se llenó de algarabía, así como de adolescentes y jóvenes soñando con cantar y bailar.
Estoy seguro que, si lo intento, podría recordar los acordes y la letra de esa canción que le da nombre al grupo y que no he vuelto a escuchar hace muchas lunas y soles.
Recordé esta historia, porque se han difundido en las redes sociales muchos datos sobre el Día Mundial de la Población, celebrado el pasado 11 de julio. Esta efeméride mundial la propuso la ONU desde 1990 con el objetivo de: aumentar la conciencia sobre las cuestiones de población, incluidas sus relaciones con el medio ambiente y el desarrollo.
Comparto algunos de esos datos. La Universidad de Colima, citando a la ONU, indicó que somos 8,000 millones de personas en este planeta; ONU-México difundió que las mujeres son la mitad de la población pero que les corresponden el 100% de los derechos; CONAPO dio a conocer que la mitad de la población en nuestro país tiene menos de 29 años y que las personas adultas son el 38 por ciento; UNFPA-México indicó que la igualdad no es cuestión de números.
En este contexto INEGI tuiteó varios datos interesantes: la población en México está envejeciendo, de 1970 al 2020 aumentó de 12 a 48 las personas de 60 años y más por cada 100 personas de 15 años y menos; nuestro país en los últimos 50 años disminuyó de 108 a 59 el número de personas dependientes por cada 100 habitantes en edades productivas, lo que se conoce como el bono demográfico.
Es fascinante ver a la gente, así decíamos antes, observar a las personas. Lo es también escuchar, con genuino y desinteresado interés -valga la contradicción-. Hay tantas historias que esperan a ser escuchadas, no más, sólo escuchadas con atención.
Hay muchas cosas en este mundo que no nos gustan a la mayoría: la violencia desatada, la avaricia que empobrece, la devastación del entorno. Pero también hay muchas cosas que nos reafirman nuestras esperanzas en el mundo mejor que se construye todos los días: la alegría, la amistad, el amor… todo esto aterrizado en situaciones concretas y cotidianas.
En este mundo tan abarrotado de otras y otros tan iguales y tan distintas/os, por supuesto que vale la pena el esfuerzo por aportar para que todas las manos sumen… Recuerdo otra canción -poema musicalizado de Nicolás Guillén-, esta se llama La Muralla, que se abre y se cierra conforme a los valores que nos ofrecen y nos hacen crecer como seres humanos o buscan aniquilarnos.
El sábado próximo inicio clases con 3A del nivel licenciatura en Vasco de Quiroga y seguro estoy que dialogaremos sobre estos temas.
Y, por supuesto, que: ¡Viva la Gente!
