SOCIALIZANDO DATOS / Mirando alrededor

Por Balvanero Balderrama García

El espacio prometedor, de tregua en los positivos por COVID-19 de hace unas semanas, ha quedado sepultado por el alud avasallador de las noticias diarias de cientos (a nivel estatal) y miles a nivel nacional de nuevos casos.

En estos contextos, las esperanzas se replantean.

¿Apertura? ¿Cierres? ¿Clases presenciales? ¿Suspensión de reuniones? ¿Vacuna? Aprender a convivir con lo que se empecina por quedarse, presenta variables que implican nuevos retos científicos, médicos, económicos, sociales.

Una pregunta que se puede formular es ¿qué tanto se ha convertido en hábito los cuidados personales y comunitarios que tanta difusión han tenido? Lavarse las manos, el cubrebocas, gel, no saludar de mano, lavar lo que se adquiere… entre otros.

¿O solamente son observancia no interiorizada que a las primeras de cambio se dejan de lado? Como cuando se tira basura “cuando no me ven”. Hacerlo obligadamente no genera hábito ni convicción.

Se avizoran tiempos duros para todas y todos. A lo anterior se agregan noticias como la declaración de quiebra del gobierno estatal, al no poder pagar la quincena a quienes ahí laboran. Y es una cuestión de sueldos, sí, pero también de consumos y pagos en cadena; tiene un alto impacto económico-social a nivel estatal. Consecuencia de la pandemia, se dice, culpa de la federación, se arguye. Sea como sea, el panorama no es nada alentador.
Se quisieran otras reflexiones, pero hay que establecer lo que tenemos para planear y conseguir lo que queremos.

En este contexto, entre la mucha información que difunde INEGI, quiero destacar dos temas relevantes. El primero, las características de las defunciones en nuestro país durante el año pasado, el dato: el 92.4% de los decesos tuvieron que ver con cuestiones de salud.

Las tres principales causas de muerte son: enfermedades del corazón, Covid-19 y la diabetes. La primera y la tercera tienen tiempo en esos espacios, la segunda es de reciente incorporación, letal, veloz y pertinaz.

La segunda, tiene que ver con los resultados de la ENIGH 2020, encuesta que relaciona ingresos y gastos en los hogares; insumo principal para que CONEVAL actualice la información de la pobreza en nuestro país.

El dato, hay un decremento del promedio de ingresos por hogar, de poco más de 3 mil pesos. El ingreso trimestral promedio de los hogares en México, en el 2020, fue de 50,309 pesos; haciendo una división simple, da 16,769 por mes, 558 y centavos por día. Obviamente, es un promedio, el análisis por deciles dará una lectura más acertada.

Con este panorama, no vale el aislamiento, sí el resguardo; vale el fortalecimiento de las redes, la solidaridad, el cuidado responsable, la empatía. Individualmente no podemos, debemos hacer sumas para fortalecer toda actividad que emprendamos. Nadie está exento de sufrir consecuencias físicas, económicas, de cualquier tipo. En el fortalecimiento del concepto de comunidad, en la participación ciudadana podemos encontrar rumbos que nos permitan sortear de mejor manera esto que ahora nos parece abrumador. Corresponsabilidad.

#CiudadaniaParticipativa
#PorTodoslosDerechosparaTodaslasPersonas

balvanero@gmail.com / @Balvanero.B