Por: Balvanero Balderrama García
Ante los millones de personas en el mundo podemos parecer una pequeñísima insignificancia, pero podemos hacer la diferencia. Para bien o para lo contrario.
Hay personas que se han tomado muy en serio el #quedateencasa; aunque no les sea fácil, lo hacen.
Hay otras personas que no pueden, aunque quisieran. Unas más, en el más puro desplante de “qué me puede hacer”, “a mí no me pasa nada”, “son inventos”, “de algo nos hemos de morir”, no se cuidan y, como consecuencia, tampoco cuidan.
No es una decisión personal; bueno, sí es una decisión personal que afecta a muchas otras personas. No es “de algo me tengo que morir”, si tú te infectas, antes de que te des cuenta, habrás infectado a otras personas. A personas que están cerca de ti, que quieres, y muchas otras que ni conoces.
Si hasta Supermán tenía su kriptonita y Aquiles su talón, ¿por qué el ser humano tenía que ser la excepción? No tenemos un punto débil, muchos son los nuestros.
Esta pandemia nos lleva reflexionar que somos frágiles: “El hombre es una caña, la más débil de la naturaleza; pero es una caña pensante. No hace falta que el universo se arme para aplastarla: un vapor, una gota de agua basta para matarla…” (Blas Pascal, Pensamientos)
Tendríamos que apelar a esa capacidad de raciocinio para salir adelante. Si mediante éste hemos enfrentado, y superado, ambientes adversos, es menester que lo usemos para atender esto que se nos presenta y nos amenaza.
Estaba leyendo una de las muchas frases que circulan por los grupos de las redes sociales, a la letra: la ignorancia dura hasta que aparece un caso en la familia; ahí las bromas dejan de ser graciosas; ¡quédate en casa!
La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, que realiza el INEGI, al cuarto trimestre del 2019, señala que en el país había 126.3 millones de personas, para el estado de Colima estimó 775 mil, ¿quién puede señalar a quienes van enfermar de Covid-19 y quienes no? ¿Es posible pedir que se infecten sólo las personas que no están en la población en riesgo –adultos mayores, con enfermedades crónicas-?
No funciona así, el contagio será generalizado si no tomamos las medidas pertinentes. Como los ejemplos que vemos, principalmente en Italia y España.
Actuemos corresponsablemente, pensemos en quienes queremos y al cuidarlos, cuidamos también a muchas otras personas. Estamos en días de guardar.
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