CDMX.- Una joven de 24 años originaria de San Luis Potosí logró sobrevivir a una mordedura de serpiente venenosa gracias a la atención especializada que recibió en el Hospital General “Dr. Gaudencio González Garza” del Centro Médico Nacional (CMN) La Raza, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

Con este caso, suman ya 100 pacientes atendidos por mordeduras de serpiente en esta Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) en los últimos cinco años, con una tasa de supervivencia del 100 por ciento, gracias al tratamiento oportuno y al manejo médico integral.

La paciente, identificada como Adriana, llegó al hospital cinco días después del incidente, presentando un severo edema y pérdida de funcionalidad en la pierna derecha. El diagnóstico reveló daño significativo por veneno, lo que comprometía la circulación, tendones y nervios de la extremidad afectada.

La doctora María del Carmen Sánchez Villegas, jefa del Departamento de Toxicología Clínica de la UMAE, informó que el equipo médico actuó de inmediato con la administración de antiveneno polivalente, así como soporte para tratar complicaciones potencialmente mortales como fallas renal y pulmonar, alteraciones en la coagulación, anemia y daño multiorgánico.

Debido a las características de la herida y el lugar donde ocurrió el ataque, se presume que la mordedura fue causada por una serpiente de la familia Viperidae, posiblemente una nauyaca o una víbora de cascabel, especies ampliamente distribuidas en México y responsables del 99 por ciento de los accidentes ofídicos en el país.

Sánchez Villegas señaló que inicialmente Adriana fue diagnosticada de forma errónea, pues los síntomas fueron atribuidos a una caída en motocicleta que había sufrido días antes. Sin mejoría con tratamiento en su localidad y tras pasar por un hospital privado en Zacatecas, su familia optó por trasladarla a la Ciudad de México, donde finalmente recibió el diagnóstico correcto y la atención especializada.

“La mordedura de una serpiente venenosa es una emergencia médica. Cuanto más tiempo pasa sin atención adecuada, mayor es el daño en los tejidos y órganos. Incluso con antiveneno, si se retrasa su administración, las secuelas pueden ser graves”, advirtió la especialista.

Actualmente, Adriana se encuentra en proceso de rehabilitación para recuperar la funcionalidad de su pierna y reducir la inflamación. El equipo médico se mantiene optimista, pues los últimos estudios muestran una recuperación favorable, y se estima que en seis semanas podría retomar su vida habitual.

“Estoy muy agradecida con el hospital porque sí la vi muy cerca. Sé que la recuperación será lenta, pero ya puedo caminar y valerme por mí misma”, expresó la joven.

Finalmente, el IMSS hizo un llamado a la población para evitar remedios caseros ante mordeduras de serpiente —como aplicar hielo, calor, torniquetes, succionar el veneno o usar pomadas— y acudir inmediatamente a un centro médico. Las mordeduras suelen aumentar entre mayo y septiembre, durante la temporada de lluvias y reproducción de serpientes.