Sismo del 2003 sigue doliendo en la memoria de los colimenses

Colima.- A 16 años del sismo en Colima, aún se tiene un sabor amargo de aquella noche trágica del 21 de enero de 2003, esa noche hubo gritos, rezos, llanto y víctimas.

El reloj marcó las 20:06 horas y los colimenses presenciaron un temblor con magnitud de 7.6, con epicentro en las costas del estado, el cual no tan fácil olvidarán por las perdidas materiales y la muerte de 23 personas.

Los daños fueron severos y afectaron a los estado de Colima, Jalisco y Michoacán.

Para Blanca Silvia Ponce Virgen, de 49 años de edad, ha sido difícil pues su mamá fue una de las personas que quedaron atrapadas entre los escombros y perdió la vida.

Recuerda que se encontraban vendiendo tacos, negocio que se ubicaba a las afueras de la casa de su madre, Socorro Virgen Larios, y a un costado tenían una tienda de ropa.

“Vendíamos tacos y ahí estábamos, en casa de mi mamá, precisamente terminando de sacar lo de la venta, mi mamá tenía su tienda de ropa y se metió a cerrar, a sacar su cartera y la llave, y de pronto sucedió el temblor, la agarró adentro de la tienda… Y ahí quedó ella en el marco de la puerta, ahí, ahí quedó”, suspiró.

Su casa tenía un pasillo al centro, que dividía la casa de la tienda de ropa. Doña Socorro se encontraba en la tienda y Blanca iba pasando por el pasillo, ahí fue cuando se ocurrió el sismo que los dejó bajo material de construcción, ladrillos y objetos que se encontraban en la casa.

“Cuando estábamos en los escombros atrapados, yo creía que se había caído la pura marquesina, poco a poco me fui ubicando que prácticamente la marquesina no se iba a caer sola, yo pensaba que se había caído el balcón”.

Entró en desesperación, agitada por no conocer con exactitud cómo se encontraban sus tres hijos Blanca (12 años), Noemí (8 años), y Diego (3 años) era alarmante, dijo.

“Blanquita y Mimi, estaban cerca de mí, así como mi papá y una sobrina, pero Dieguito no sabía dónde estaba… lo primero que pensé fue en mis hijos, yo les hablaba a ellos para ver si no estaban golpeados y pues que era lo que les había pasado”.

Al ver que estaban bien, se tranquilizó un poco, sin embargo sus dos hijas, que se encontraban entre los escombros, le decía:

¡Ya nos cansamos de estar aquí!

“Ellas me decían que ya estaban entumidas, pero sí sentían sus pies”.

Los vecinos retiraron los escombros y pudieron salir, Blanca se situó en la acera e enfrente, y fue hasta ese momento que cayó en cuenta que la casa se había caído por completo.

Casa destruida por el sismo Calle Guillermo Prieto, Villa de Álvarez, Colima. 2003
Casa reconstruida Calle Guillermo Prieto, Villa de Álvarez, Colima. 2019

 

 

 

 

 

 

“Empecé a buscar a mi mamá…Y mi mamá, y mi mamá, y ya fue cuando nos quitaron de ahí porque se dieron cuenta que mi mamá había quedado entre el escombro, y de hecho hubo quien ya la había visto que estaba muerta.

Pero como no nos querían decir nada más nos quitaron de ahí y nos llevaron a casa de mi tía, y hasta después nos dijeron que estuviéramos conscientes que ya no iba a estar viva, por como estaba.

Lo que recuerdo es la primera entrevista que me hicieron fue de una cadena internacional, pero no sé ni qué me preguntaron, ni qué les contesté, en ese momento solo estábamos llorando».

Blanca Ponce resguarda un álbum con recortes de periódicos y fotografías que cuentan esta fatal historia ocurrida hace 16 años, detalló que con el paso del tiempo poco se va superando, lo que no se supera es la perdida.

«Pues lo material como sea ya se volvió a construir, no como uno tenía, pero ahora sí que las perdidas de los seres queridos es lo más doloroso».

El Centro Nacional de Prevención de Desastres presentó un informe detallado, en donde data que el Servicio Sismológico Nacional reportó el mayor número de replicas del 21 al 24 de enero. Las de mayo magnitud ocurrieron el día 22, con 5.3 y 5.7.

“La vivienda fue el sector que recibió el mayor impacto con más de 25 mil unidades afectadas, con pérdidas estimadas en 298.3 millones de pesos (27.7%) del monto total de pérdidas causadas por el desastre”.

Los recursos solicitados al Fondo de Desastres Naturales para atender las necesidades de la reconstrucción ascendieron a 514.9 millones de pesos, de acuerdo a este informe.

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