Colima.- En la última semana se contabilizaron de forma automática 13 eventos de alta frecuencia (HFs), 4 eventos de largo periodo (LPs), 0.2 horas de tremor y 10 derrumbes, dio a conocer mediante un comunicado el Centro Universitario de Estudios e Investigaciones de Vulcanología (CUEIV).
En el periodo reportado (del viernes 25 al jueves 31 de mayo) no se detectó algún fenómeno asociado a la actividad volcánica (incandescencia, explosiones con ceniza, flujos piroclásticos y/o derrumbes de material incandescente).
Únicamente fue posible observar durante algunos lapsos de tiempo una emisión débil de vapor y gases principalmente en la parte este del cráter.
El día 29 de mayo se realizó un sobrevuelo sobre el edificio volcánico, en el que no se notó ningún cambio en la morfología del cráter comparando con el vuelo anterior realizado en el mes de abril.
Con la cámara térmica se observaron temperaturas elevadas en el fondo del cráter en las mismas ubicaciones de las observadas durante los últimos vuelos.
La máxima temperatura aparente fue 168°C, que representa una disminución en comparación con el vuelo de abril. Como el mes pasado, las fumarolas más vigorosas están en la pared este del cráter.
No se realizaron mediciones del flujo de SO2 (dióxido de azufre) esta semana. Resultados del análisis de las aguas de los manantiales cercanos al volcán durante los meses de enero y marzo muestran la presencia de boro en cantidades parecidas a los meses anteriores (0.15 – 0.45 mg/l). Eso refleja la interacción entre fluidos volcánicos y los acuíferos locales.
El comunicado señala que tampoco se han observado anomalías térmicas detectadas por el sistema satelital MIROVA en la última semana.
Se concluye que el volcán se encuentra en una etapa de desgasificación pasiva, por lo que el personal encargado del monitoreo del volcán se mantiene atento a los posibles cambios que pudieran presentarse y a la evolución de la actividad.
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