México.- La Plaza de Toros México, reconocida como la más grande del mundo y un emblema de la tauromaquia nacional, ha confirmado la suspensión indefinida de sus corridas y novilladas. El anuncio se dio el 24 de junio de 2025, como respuesta directa a la reciente reforma aprobada por el Congreso de la Ciudad de México, que prohíbe cualquier espectáculo taurino que implique violencia contra los animales.
“La México informa que, como consecuencia de la nueva legislación recientemente aprobada por el Congreso de la Ciudad de México, no es posible celebrar corridas y novilladas tradicionales.”
La modificación legal, impulsada por el Gobierno capitalino y respaldada por la mayoría legislativa local, establece que los eventos taurinos deberán realizarse sin provocar heridas o la muerte del toro. Se veta el uso de puyas, banderillas, estoques y cualquier objeto punzocortante, permitiéndose únicamente el capote y la muleta. Además, se imponen sanciones económicas superiores a los 300 mil pesos por cada toro lesionado o sacrificado.
“La reforma representa una prohibición a la tauromaquia, pues elimina elementos esenciales de la misma y conlleva un cambio estructural que altera profundamente la naturaleza de la corrida de toros.”
Las discusiones sobre la tauromaquia en la capital no son nuevas. En 2022, una suspensión judicial detuvo temporalmente las actividades taurinas, pero en 2023 la Suprema Corte de Justicia de la Nación permitió su reanudación. Desde entonces, la polémica ha girado entre decisiones legales, protestas de grupos animalistas y manifestaciones de aficionados.
En 2024, una propuesta ciudadana respaldada por más de 27 mil firmas fue validada por el Instituto Electoral de la Ciudad de México, lo que impulsó su debate en el Congreso. Esta acción ciudadana resultó clave en la aprobación de la reforma actual.
“Adicionalmente, es técnica y jurídicamente inviable llevar a cabo el denominado ‘espectáculo taurino sin violencia’.”
Uno de los puntos más sensibles del comunicado es la advertencia sobre la posible desaparición del toro de lidia, una especie que solo existe gracias a la práctica taurina.
“Esta reforma, que se presenta bajo el argumento de protección animal, tendrá como consecuencia justamente la desaparición del toro de lidia, una especie cuya existencia depende exclusivamente de la práctica taurina.”
La Plaza México fue inaugurada el 5 de febrero de 1946 como parte del proyecto urbano “Ciudad de los Deportes”, ideado por el empresario yucateco Neguib Simón Jalife. Con capacidad para más de 41 mil asistentes, ha sido escenario de tardes históricas protagonizadas por toreros como Manolete, Luis Procuna, Eloy Cavazos, José Tomás y El Juli.
El primer toro lidiado en este espacio se llamó Jardinero, de la ganadería San Mateo, y fue enfrentado por el legendario Manolete. A lo largo de los años, el recinto también ha albergado conciertos, eventos políticos y actividades culturales.
“Lamentamos cualquier medida que atente contra la libertad cultural de cientos de miles de personas que han hecho de la tauromaquia una tradición viva en la Ciudad de México y en el resto de nuestro país.”
“La México reitera su disposición al diálogo respetuoso y abierto con las autoridades capitalinas, y reafirma su compromiso de seguir trabajando por mantener vivas las expresiones culturales que representan tradición, identidad, desarrollo económico y bienestar para miles de involucrados.”
Mientras activistas por los derechos de los animales celebran esta decisión como un logro histórico, los defensores de la tauromaquia la consideran un ataque directo a la libertad cultural. Por su parte, la Plaza México ya anticipó que continuará explorando caminos legales para revertir o modificar esta legislación.
“Y a nuestra querida afición, los invitamos a que participen y se sumen al esfuerzo conjunto para proteger nuestras tradicionales corridas de toros como parte de nuestra identidad y mexicanidad.”