La materia orgánica está compuesta principalmente de carbono, hidrógeno, oxígeno, nitrógeno, fósforo y azufre, aunque puede contener otros macro y micronutrientes esenciales para las plantas.

La materia orgánica del suelo consiste en una amplia gama de sustancias orgánicas que incluyen organismos vivos, la biomasa del suelo, restos de organismos y compuestos orgánicos producidos. Esta nos ayuda a regular la fertilidad química, así como el mantenimiento de la biodiversidad y la estructura física de los suelos.

Algunas de las acciones que permiten mejorar el contenido de materia orgánica del suelo de manera sostenible son:

Adición de residuos vegetales, abono verde: Los residuos vegetales son la capa de materia orgánica viva y muerta que se ubica entre la materia verde y la superficie del suelo. El abono verde son plantas con capacidad de adaptarse a diversos suelos y climas, de rápido crecimiento y alto poder de producción de material vegetativo que se cultivan con el fin de proteger y recuperar el suelo.

Labranza reducida: Ésta evita un aflojamiento profundo e intenso del suelo, conserva mejor la estructura y biología del suelo, ralentiza la descomposición del humus, mejora la capacidad de carga, la sensibilidad a la erosión y la dotación de agua del suelo.

Manejo sostenible del agua: El agua es un insumo fundamental para la producción agrícola y desempeña un papel importante en la seguridad alimentaria.

Manejo sostenible de las pasturas y el pastoreo: El sobrepastoreo y la frecuencia de uso puede provocar la reducción de las mejores especies forrajeras, el incremento en suelos desnudos y mayores pérdidas del agua de lluvia y del suelo.

Mezcla de variedades de cultivos

Cultivos intercalados: Consiste en cultivar varias especies intercaladas entre sí durante la misma temporada, como alternativa al monocultivo.

Rotación de cultivos: Ayuda a prevenir enfermedades del suelo, plagas de insectos, problemas de malezas y para establecer suelos sanos.

Uso racional de fertilizantes: Una fertilización racional produce mayores rendimientos, proporciona cosechas de mejor calidad y mantiene viva la fertilidad del suelo para los siguientes años.

]Foto Gaceta UNAM