No hay oposición.
En términos de política, estamos en una regresión de casi 30 años, cuando no importaba qué resultados o actitudes frente a la sociedad tuviera el poder, nada pasaba, sabíamos qué partido iba a ganar la siguiente elección sin excepción.
Lo he leído al menos un par de ocasiones por ahí, “¡Cómo hace falta un López Obrador hoy en la oposición!”.
Los magros resultados económicos, los pobres resultados en el combate a la pobreza, el desmantelamiento institucional, el terrorífico manejo de la pandemia, la dilapidación de recursos en obras faraónicas, la constante polarización del ánimo social, el cotidiano intento de limitar la libertad de expresión, el embate destructor hacia el INE, los cínicos casos de corrupción por todos lados, etcétera. Ahora, como cereza en un pastel, el dolorosísimo crimen de estado perpetrado hacia los migrantes. Todo esto, en un periodo de 4 años. Lo conseguido en 30, demolido en 1/6 parte de ese tiempo.
Tal vez era tanto la esperanza que se ha preferido pensar que se tenía que dar el beneficio de la duda. O bien se han dado estos fenómenos tan vertiginosamente que andamos atónitos, turulatos pues.
Hay que reconocer que se han puesto a funcionar algunos contrapesos en momentos luminosos como en el congreso (se han detenido cambios que han intentado amedrentar la Constitución), el INE (activó toda su posible defensa legal), la corte (falló la suspensión del plan B) y la misma sociedad civil (ese par de marchas rosas que ya están en la historia). Sin embargo, en términos marineros, han sido “golpes de timón”. No se ha conformado o encontrado una auténtica visión estratégica y operativa de un gran porcentaje de la población que no está de acuerdo con lo que sucede el día de hoy en el país.
Columnas, programas de análisis, noticieros y charlas de café concluyen por todos lados que la presidencia va a ser para Morena en el 2024. Y es curiosísimo, pues en distintas evaluaciones y encuestas, en prácticamente todos los rubros que se analizan, el gobierno sale reprobado o con bajas calificaciones. Las actuales opciones de relevo presidencial del partido oficial tampoco es que tengan resultados espectaculares. Por muy increíble que parezca, todo está cimentado en el 60% de aprobación de la persona del presidente.
Fortaleza que vista a detalle se aprecia construida con naipes, cualquier aire podría tumbarla. Pero nadie le está soplando y menos en conjunto.
Lo dicho, la responsabilidad, el actuar responsable, tendría que estar concentrado en que el esfuerzo y enfoque se concentren en el CONTRASTE.
MICROCUENTO
Mentiras, dislates, distorsiones. Y seguía creciendo. Lo malo es que se convirtió en un árbol tan frondoso que ya no se recordaba porqué prosperó y hasta dejó de importar, pues sus robustas ramas daban buena sombra, aunque no dejaban crecer nada más bajo ellas ni a su alrededor.
