¿Qué está pasando en este país?, los delincuentes ganan y la gente que trabaja pierde

Guanajuato.- ¿Qué está pasando en este país?, los delincuentes ganan y la gente que trabaja pierde. Es el cuestionamiento que se hace una LectoraAF, relata que sufrió un percance en carretera, el ajustador del seguro no le quiere hacer válido el pago porque no tiene el objeto que lo prueba, esta actitud obliga al afectado a regresar al lugar del incidente donde es asaltado y despojado de su vehículo.

Se trata de una serie de sucesos que al final dejan un mal sabor de boca, una impotencia y desilusión respecto a la situación de inseguridad que se vive actualmente en el país y la inadecuada labor de quienes trabajan en algunas aseguradoras, tal vez por mandato de las empresas o por iniciativa propia de los empleados.

El relato es el siguiente:

«Mi esposo transitaba por la autopista de Querétaro a Celaya, cuando un camión aventó algo y golpeó el coche en el que viajaba mi marido. Dañó, el faro, el cofre y algunos otros detalles más. Mi marido hace llamadas al 911, al seguro de la autopista y al seguro de su coche».

En la espera de que llegaran los citados, por parte de la aseguradora de la autopista (AXA) se le sugiere que por seguridad se traslade a la gasolinera más cercana, a donde acudirían para atenderlo.

«Cuando llega el ajustador de la autopista levanta el reporte y simple y sencillamente le dice que no le paga porque no tenía en sus manos el objeto con el que se dañó el coche».

El ajustador del seguro del automóvil sí pagaría los daños, pero con su respectivo deducible.

«Ya para entonces eran cerca de las 11:00 de la noche, mi marido molesto por la injusticia decide regresar y buscar el objeto, lo encuentra, se toman fotos y llama de nuevo al ajustador de la autopista para que regresara e hiciera los trámites correspondientes».

«En ese momento llegan unos individuos, que con pistola en mano se llevan el coche de mi marido. Gracias a Dios no lo golpearon, solo quedó en el susto y un coche menos».

«Me siento muy enojada, ese ajustador puso en riesgo la vida de mi marido, se pudo evitar que terminara en asalto si él se hubiese puesto a trabajar profesionalmente pero para él lo más fácil fue tachar a mi marido de mentiroso y largarse…»

Nuestra lectora refiere que hace dos meses fueron víctimas de otro atracó, donde también les robaron otro vehículo en pleno centro de Celaya.

«¡Si, en Guanajuato, donde la vida y la seguridad no valen nada!», concluye nuestra lectora.

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