Bajo el sol
Por: Carlos Aguirre
Cuando alguien abusa de algo y además lo hace de mal manera, suele decirse se vale ser puerco, pero no trompudo. Algo así, al menos en mi pueblo y aquí en Colima todavía se encuentra uno el uso de esa expresión.
Los dichos nos ayudan a expresar algo, con una naturalidad y simpleza, de modo que todos lo entienden. Son expresiones muy populares, aceptadas por todos y sobre todo, entendidas por todos.
Una vez eso, veamos que sucede en México.
Resulta que después de andar 18 años en campaña por todo el país, haciendo alianzas con todos los que pudo, al parecer incluido el crimen organizado, Obrador, llegó al poder y lo hizo de tal manera que en poco tiempo logró hacer lo que le vino en gana.
Así, canceló la construcción del aeropuerto y construyó otro, sin más estudios que su deseo y capricho, no necesitaba justificar nada, el decidía lo que si y lo que no. No eran necesarios estudios de viabilidad técnica, ni financiera y menos los que tienen que ver con el ambiente.
Si se violentaba alguna normatividad, no pasaba nada, a poco ¿La ley en verdad es la ley? A él no le vengan con eso, la ley no existió para él nunca, y ahí está la historia de sus actos, no hubo amparo alguno que procediera ante su capricho y por más que le ordenaban detenerse, seguía por donde su capricho mandaba.
Cuando de plano, el poder judicial le hartó y la presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Norma Piña, se atrevió a no rendirle honores, quedándose sentada en aquel memorable 5 de febrero de 2023, tomó la decisión de reformar el poder judicial. Una vez que, con la complicidad del Instituto Nacional Electoral y el Tribunal Federal Electoral, Morena logra la mayoría necesaria, tenía la mesa puesta para terminar su capricho: CONTROL ABSOLUTO DE MEXICO.
Así, habiendo enviado una serie de iniciativas al Congreso para modificar la Constitución, logró desaparecer casi todos los organismos autónomos, a excepción del INE, pero incluyendo el de Transparencia. A poco, mediante un escandaloso y descarado fraude electoral, modificó la estructura y composición del poder judicial, logrando que incondicionales a Morena (no entremos por ahora en polémica, de si son incondicionales a él o a ella) quedaran en los cargos más importantes desde la corte suprema, hasta los juzgados de distrito.
Casi todos los nuevos juzgadores, igual que casi todos los legisladores oficialistas, le deben el cargo al régimen, de modo que son sus incondicionales y se ha visto cómo siguen órdenes al pie de la letra.
Tiene Morena el control de los tres poderes y aún quiere más: perpetuarse en el poder, conservarlo por mucho tiempo y no piensa ceder ni siquiera un poquito.
Ventila una reforma electoral, lo único que faltaba, y Shein crea una comisión presidencial encargada de ello, cuyos integrantes son incondicionales de Obrador y de ella, encabezada nada menos que por Pablo Gómez, un antiguo luchador de izquierda que conoce más que nadie le evolución electoral de la legislación en nuestro país. Él es el responsable de encabezar una gran consulta ciudadana, en la que ya Shein dijo que el pueblo no quiere legisladores plurinominales, de modo que la consulta ya está hecha, solo falta redactarla y ponerle fecha.
Nuestro país, como lo habíamos conocido ya no es más, está viviendo tiempos extras, los últimos suspiros se están dando, cada vez más pausados. Recuerdan ese meme que dice que, si el lobo hace las leyes, matar y comer ovejas no es delito, así será la reforma electoral.
No descarte Usted estimado lector, que se proponga que haya reelección en nuestro país, al fin y al cabo, si le preguntan al pueblo bueno, si quieren que regrese Obrador a la presidencia, le gente va a contestar que sí. Estemos al pendiente, no pasará mucho tiempo. ¿Así será la reforma? ¿Nos distraen con la eliminación de las pluris y nos sorprenden con la reelección?
Guardo una ligera esperanza de que Pablo, en el ocaso de su vida, sea iluminado con los recuerdos y motivaciones de sus grandes luchas ideológicas que permitieron construir el México que ahora se está destruyendo.
No creo que sean puercos, ni trompudos.
Nos vemos pronto por aquí, estimado amigos, bajo el sol.