Proponen microcredenciales como puente entre universidad y sector productivo

Oriana Zaret Gaytán Gómez, académica y directora de la Facultad de Economía de la Universidad de Colima, participó hace días en la primera reunión anual para la actualización curricular, el aprendizaje digital y las microcredenciales, realizada en el Tecnológico de Monterrey, en Monterrey, Nuevo León. La reunión tuvo como objetivo alinear la educación técnica y universitaria con los actores estratégicos del Plan México.

A su regreso, la Dra. Gaytán explicó que originalmente la reunión contemplaba también el tema de economía circular -del cual ella es experta-, pero éste fue reprogramado para el 18 de julio en el Tec de Monterrey campus Estado de México, por lo que en esta ocasión se centraron exclusivamente en el sector de bienes de consumo.

La jornada se desarrolló en tres momentos: una apertura con mensajes institucionales, una plenaria con datos relevantes sobre la educación en México y, finalmente, una mesa de trabajo “donde nos sentamos a dialogar representantes del sector educativo, empresarial y gubernamental”, detalló.

Uno de los ejes más discutidos fue el papel de las microcredenciales, un modelo emergente de certificación académica que permite a estudiantes y profesionistas adquirir conocimientos y habilidades específicas mediante cursos de corta duración, generalmente en línea, los cuales son reconocidos por instituciones educativas o empleadores. “Son cursos que no duran más de un año, y que ayudan a reconvertir talentos para responder con mayor rapidez a las exigencias del mercado laboral”, señaló la académica.

Durante la plenaria, se compartieron cifras que ilustran el desfase entre la formación académica tradicional y las necesidades de la industria. En 2008, el 30% de los empleadores reportaba dificultades para encontrar el talento requerido; para 2025, esta cifra se ha elevado al 74%. En este contexto, explicó la Dra. Gaytán, “las microcredenciales emergen como una alternativa viable para capacitar con rapidez y pertinencia”.

Uno de los datos que más llamó la atención fue que 7.4 millones de personas en México están inscritas en cursos de actualización en Coursera, plataforma digital de educación, mientras que sólo 5.4 millones cursan estudios en alguna Institución de Educación Superior. Los cursos más populares incluyen “Contabilidad para no contadores”, “Finanzas personales”, “Álgebra lineal” y “Primeros auxilios psicológicos”.

“Esto nos hace reflexionar sobre el rumbo de la educación superior y cómo debemos transformarnos para seguir siendo relevantes. La gente está buscando maneras prácticas y rápidas de aprender”, añadió.

Se discutió también el papel estratégico del CONOCER (Consejo Nacional de Normalización y Certificación de Competencias Laborales) para dar validez oficial a estas microcredenciales, facilitando su adopción en México.

En cuanto a la oferta educativa, se observó que más del 50% de las carreras en el país se concentran en disciplinas tradicionales como Derecho, Psicología o Contaduría, mientras que existe una escasez de ingenierías vinculadas con la industria de bienes de consumo. La matrícula de este sector se concentra principalmente en la región centro-sur del país, con un 47% del total.

Además, advirtieron que las habilidades generales se vuelven obsoletas en un plazo de 10 años, y las habilidades técnicas específicas en apenas 5. Se prevé que, en el futuro cercano, el 70% de las tareas laborales será realizado con el apoyo de inteligencia artificial, lo que implica que el 60% de la población deberá reaprender o recapacitarse.

Las habilidades blandas más demandadas actualmente en la industria de bienes de consumo, explicó la Dra. Gaytán, son la organización, la negociación, el pensamiento objetivo, la comunicación asertiva y la mejora continua. A nivel nacional, las más requeridas son la colaboración, la resolución de problemas, el pensamiento crítico, la responsabilidad y la adaptabilidad.

Entre los roles laborales más difíciles de cubrir hoy en día destacan las áreas de tecnologías de la información y análisis de datos, ingeniería, ventas, logística y atención al cliente.

Como parte de los acuerdos finales, las mesas de trabajo propusieron: Impulsar cursos más cortos y microcredenciales con portabilidad de créditos, diseñar modelos pedagógicos activos, centrados en el bienestar y el éxito estudiantil; fomentar el aprendizaje colaborativo e interdisciplinario y fortalecer la vinculación con empleadores para asegurar la pertinencia educativa.

“Lo que vimos en Monterrey es que la reconversión del talento no es opcional, es una necesidad urgente. Y las microcredenciales podrían ser una herramienta clave para cerrar la brecha entre lo que se enseña y lo que se necesita allá afuera”, concluyó la Dra. Oriana Zaret Gaytán Gómez.