Primero los pobres ¿Qué pobres?

A propósito

Por: Fernando MORENO PEÑA

El presidente AMLO, con su estrategia política a dividido al país en dos grandes grupos: los pobres y los que no lo son; a dividido al pueblo en dos grupos: el pueblo bueno y el pueblo malo y a decidido gobernar únicamente para los pobres y para el pueblo bueno, que él representa.

En la pandemia sanitaria, el coronavirus no hace las distinciones que AMLO repite a diario; el virus afecta por igual a toda la población, sean pobres o no, sean pueblo bueno o pueblo malo, lo que quiere decir que el virus no respeta el discurso de AMLO y se le impuso a su agenda y no controla ni al virus ni su agenda.

Por eso, en la crisis sanitaria AMLO se descontrola, porque está fuera de su espacio y de su control y porque ese tema no estaba en la agenda de la 4T.

Pero esta crisis acredita que los pobres no son realmente la prioridad de AMLO, porque son quienes más sufren y padecen, porque no tienen medicamentos, se quedaron sin seguro popular y deambulan por los hospitales mendingando atención medica en un sistema de salud recientemente desmantelado, con menos calidad, menos recursos y menos futuro.

El lema de primero los pobres, en la pandemia es solo parte del discurso de la mañanera y de la realidad lacerante en la que se debaten miles de mexicanos.

Pronto México verá crecer el número de pobres por la caída de la economía, el desempleo, el aislamiento sin ingresos, la caída del precio del petróleo, la disminución de los impuestos y el alza del dólar.

Se prevé, según el Secretario de Hacienda, que la economía decrecerá 3.9%; pero, según el Banco de México, decrecerá el 6%, según la CEPAL decrecerá el 6.6% y según Citibanamex el 9% decrecerá la economía y según el Fondo Monetario Nacional decrecerá el 6%. Es decir, hay consenso en que la economía tendrá un crecimiento negativo en este año.

Ante esto, el presidente se ufana de que la pandemia nos cayó “como anillo al dedo”.

Según el Consejo Empresarial, este año se perderán 1 millón 500 mil empleos. De enero a marzo, según el INEGI, se perdieron 347 mil empleos formales y el IMSS informó que en los últimos 30 días se han perdido 150 mil empleos formales.

El presidente AMLO declara que este año va a generar 2 millones de empleos; pero, datos oficiales nos dicen que en lo que va del año, se perdió medio millón de empleos; o sea, su tarea, a partir de ahora, para cumplir su promesa es crear 2 millones y medio de empleos, desde el gobierno.

Los nuevos pobres

Los pobres estarán ahora en dos categorías: los que protege AMLO con los programas sociales que se pagan con los impuestos de quienes trabajan y generan riqueza y que son a los que AMLO repudia; o sea, a los mexicanos que AMLO no quiere, sostienen a los pobres de AMLO.

Además de los pobres de los programas sociales, habrá un gran ejército de pobres que no están en los programas de AMLO, que son a quienes AMLO hizo pobres al no querer apoyarlos para que conservarán su empleo y su ingreso; o sea, miles de nuevos pobres, conocidos en el futuro como los pobres de la 4T, sin ingreso y sin empleo, y que no serán clientela electoral de AMLO.

Serán pobres gracias a la equivocada estrategia de AMLO y le costarán más al país, al ser incluidos en los programas sociales a futuro por no haber destinado recursos económicos en apoyo del empleo y del ingreso de miles de trabajadores que pasarán al desempleo y a la pobreza.

Si AMLO ganó la presidencia de la república gracias a los pobres, como él afirma, los nuevos pobres serán quienes derroten a la 4T, porque les quitaron empleo y esperanza.

Para estos nuevos pobres, AMLO no tiene nada que ofrecerles, más que la pobreza, no los tiene considerados en su proyecto, son los que deben rascarse con sus propias uñas y abandonados a su mala suerte.

Meseros, taxistas, empleadas domésticas, albañiles, obreros, recamareras, que en su mayoría viven al día y no necesariamente reciben dinero de los programas sociales del gobierno, ya resienten la falta de trabajo.

Andrés Manuel López Obrador aseguró que no habrá otro plan para reactivar la economía e incluso, consideró que su modelo será replicado por otros países.

“Decidimos que el plan honestidad proteja primero a la mayoría, entonces ya no va a haber otro plan. Ésta es la vía mexicana, enfrentar la crisis con inversión pública para el desarrollo y el bienestar del pueblo, primero; segundo, buscar el pleno empleo; tercero, honestidad y austeridad republicana, ese es el plan”.

Esa es la fórmula, la austeridad, quitarles a quienes tienen para invertir los recursos en sus proyectos inviables: Tren Maya, Refinería Dos Bocas y Aeropuerto Santa Lucía y tirar el dinero en Pemex, a donde este año se destinarán 65 mil millones más.

Sin embargo, AMLO reserva dinero únicamente para sus pobres y les promete: “Ante el agravamiento” de la crisis económica mundial precipitada por el desplome de los precios del petróleo, México tiene los recursos para sortear las consecuencias económicas de la epidemia de Covid-19. Suceda lo que suceda en el mundo los sectores más pobres de la sociedad no tienen nada que temer, pues están garantizados los apoyos sociales para 70 por ciento de la población con mayores carencias. a pesar de todo eso tenemos recursos para entregarlos a los mexicanos y que tengan ingresos para satisfacer sus necesidades básicas”.

En realidad, vamos mal.

1.- Desgraciadamente, la crisis económica será de tal magnitud, que los recursos presupuestados no serán suficientes para cubrir el monto de los programas sociales, porque habrá menos inversión y menos impuestos, porque tendremos menos ingresos del petróleo, porque tendremos una economía con una gran recesión y el gobierno recaudará menos y tendremos altos costos por el precio del dólar, que aumentará el costo de los insumos del exterior y el pago de la deuda.

2.- Porque, desgraciadamente, no nos va a ir bien, porque la crisis sanitaria, no está sola, la acompaña el desastre económico, la inseguridad creciente y la violencia sin freno, porque la crisis institucional generada por la falta de liderazgo gubernamental, y el debilitamiento institucional expresado en el conflicto desde el gobierno con empresarios y gobernadores.

3.- El enfrentamiento del presidente con los medios de comunicación y los periodistas es parte del debilitamiento institucional y del incremento del conflicto.

4.- La crisis de seguridad no mejorará mientras no se cambie la estrategia, no existe una lucha frontal contra el crimen ni una estrategia para establecer un modelo policial que mejore la situación desde los municipios y estados; el lunes pasado hubo 114 homicidios, la cifra más alta en un día desde el inicio del gobierno de AMLO, el país llega a la cifra de 3 mil víctimas mensuales y en el primer trimestre se sumaron 8 mil 600 víctimas y, como el propio AMLO reconoció, “desgraciadamente y pese al aislamiento, el país sigue teniendo problemas con los homicidios”.

5.- El tema económico, por la incertidumbre por las políticas equivocadas del gobierno, es simplemente fatal.

El rompimiento del diálogo con el sector empresarial, que no es escuchado en sus propuestas, al que le han cerrado la puerta y programas de apoyo fiscal, propiciará menos inversión privada, más desempleo y conflicto con el sector privado, que actuará por su cuenta y al margen de los planes del gobierno.

El primer Secretario de Hacienda de AMLO, Carlos Urzúa, a quien el propio presidente reconoció como un hombre sabio en materia hacendaria, escribió el pasado lunes: “El gobierno federal está más que pasmado. Se quedó literalmente agarrotado: no tiene ni idea de qué hacer ante la crisis económica.

Apenas atina a dar palos de ciego a diestra y siniestra afirmando que este año “tampoco” habrá un déficit público”.

“En 2019 sí hubo un déficit del sector público, del orden de 2% del PIB el déficit público rondará en 2020, al menos, el 5% del PIB. Los ingresos tributarios se caerán entre 1.5 y 2 veces por cada punto que se contraiga el PIB”.

“El desempleo laboral de proporciones mayúsculas que ya se está dando en toda la República. Se acerca a la cifra de 500,000 mexicanos; y esa cifra se duplicará, al menos, durante el resto del año ya predicen un millón y medio de desempleados”.

Con estos datos y estos hechos, podemos asegurar, sin temor a equivocarnos, que el destino del país está asegurado, pero ese destino es el más terrible que hemos tenido en los últimos 26 años.

Ya lo verá usted.