El presidente de la Comisión de Defensa Nacional de la Cámara de Diputados, Ardelio Vargas Fosado, del PRI, advirtió que «la disputa por los territorios entre los cárteles del narcotráfico cada vez es más intensa, lo que hace suponer que antes de ver una mejoría, tendremos un pico de mayor inseguridad y violencia en México».
Frente a ello, previó, habrá una mayor exigencia en torno a una más activa participación del Ejército Mexicano en la lucha contra el narcotráfico, por lo que la instancia legislativa a su cargo solicitará a la Comisión de Presupuesto en San Lázaro, la ampliación de 10 mil millones de pesos para el Ejército y la Fuerza Aérea.
La iniciativa de presupuesto para la Secretaría de la Defensa Nacional enviada por el Ejecutivo federal para 2011, contempla recursos del orden de los 50 mil 39 millones 456 mil pesos, a los que se añadirán los 10 mil millones adicionales, en caso de aceptarse la propuesta, añadió el diputado tricolor.
Vargas Fosado advirtió que la dinámica nacional en materia de seguridad, la cual tiende a agravarse por la guerra contra el crimen organizado, obligará a una mayor participación de las Fuerzas Armadas y por tal motivo requerirá de mayores recursos.
Precisó que la petición de mayores recursos para la Defensa Nacional está plenamente justificada, dado que «la situación en el país es compleja y por la misma dinámica de las organizaciones criminales se prevé que en los próximos meses será más delicada», alertó.
«La disputa de los territorios entre los cárteles del narcotráfico cada vez es más agudo, lo que nos hace suponer que antes de ver una mejoría, vamos a ver un pico de inseguridad y de violencia en México y, por consecuencia, se exigirá una mayor participación del Ejército», dijo.
Señaló que de manera adicional se requiere, también, el mantenimiento de infraestructura, de vehículos y aeronaves del Ejército y Fuerza Aérea mexicanos, fundamentalmente los aviones Hércules C-130, que sirven para hacer los puentes aéreos.
También para la adquisición y reparación de armamento, compra de equipos para la fábrica de armas, a fin de elaborar chalecos antibalas, paracaídas, que no se fabrican en México, así como otros materiales táctico-operativos, concluyó.