COLIMA.- Como parte de las actividades de la 36 Semana del Psicología de la Universidad de Colima, en días pasados se presentó el libro de poesía “Taller de silencios”, que coordinaron Julio César Verdugo Lucero y Héctor Domínguez Ruvalcaba.

Al hacer uso de la palabra, César Verdugo dijo que los poemas fueron escritos en la década de los ochenta: “Estoy seguro de que ninguna de las personas que estamos en el libro suponíamos que iba pasar algo con esos textos, pues éramos casi adolescentes que interactuábamos en un taller, por el gusto de la literatura y la poesía”.

En la introducción comentó que “escribir poesía es un desafío estético, intelectual y emocional. Eso no lo teníamos claro al principio, cuando en 1984, al llegar a la Preparatoria Morelos, se realizó el taller de creación literaria. Queríamos ser poetas y pensábamos que al escribir versos y publicarlos ya estábamos instalados en la patria del arte de las palabras”.

Los comentarios del libro estuvieron a cargo de los profesores Antar Martínez Guzmán y Víctor Gil Castañeda. El primero señaló que el libro “invita a sumergirse en los caminos múltiples que se abren entre las palabras y el silencio: “Nos invita a transitar por senderos que buscan explorar las infinitas tonalidades que el silencio, ese lado interior de los signos, puede regalarnos”.

En este sentido, comentó que la colección de poemas “nos hace pensar al silencio como un puente, un lazo invisible, que permite la congregación, en el espacio y el tiempo, de imágenes, palabras y mensajes lanzados hacia las más diversas direcciones. Se trata de la sustancia intermedia, un engrudo donde puede confabularse todo poema, donde ocurre toda conversación, donde puede sonar cualquier concierto”.

Otro aspecto a resaltar, continuó, “es que el libro establece una particular e importante relación con el tiempo. Se trata de una especie de viaje hacia el pasado; por tanto, la nostalgia y la memoria están presentes como operaciones que otorgan sentido a esta colección de textos”.

Por último, Víctor Gil manifestó que en el libro “aborda la sinceridad en lo que se dice, la honestidad, la reflexión y los elementos cercanos a la naturaleza; jugaron con las palabras, hicieron experimentos sintácticos, cambios de líneas, experiencias caóticas, y abordaron con sinceridad profunda, como se han expresado a través de la poesía, su adorada adolescencia. Escribir literatura es desnudarse ante el otro”.