Colima.- Por lo menos dos colegios particulares cerrarían sus puertas debido al decremento de su matrícula y la complicada situación de sostenerse vigentes como empresa, ante el impacto económico generado por la pandemia de COVID-19 en el estado de Colima.
Tras señalar que sólo se cuenta con información de dos casos, el secretario de Educación, Jaime Flores Merlo, reconoció la disposición que han tenido los dueños de estas escuelas para dar facilidades y alternativas a los padres de familia y así mantener la matrícula en sus planteles, sin embargo se ha registrado mucha migración que termina por afectarles.
El funcionario dio a conocer que ante esta situación, los colegios privados podrían reanudar algunas actividades de manera presencial, tomando la opción que ha considerado la autoridad educativa para abrir las escuelas a alumnos que requieran algún tipo de apoyo, reforzamiento o asesoría, mientras el semáforo epidemiológico se encuentre en color amarillo.
“Tenemos una plática pendiente con ellos, lo vamos a consultar con la Secretaría de Salud, porque hay ciertas reglas que se debe cumplir, ya que no se trata de abrir las escuelas en lo general para actividades presenciales, sino de atender a no más de nueve niños en sesiones no mayores a una hora, y sobre todo cumpliendo estrictamente las reglas de sanidad”.
Indicó que los dueños de este tipo de instituciones ya le presentaron a la Secretaría de Educación una estrategia para reanudar sus actividades, en la cual la autoridad está de acuerdo siempre y cuando se acaten a cabalidad las reglas que con motivo de la pandemia se han establecido.
“A partir de que el semáforo epidemiológico se encuentra en amarillo ellos pueden reanudar, pero con base en un proceso que incluye la respectiva solicitud, la justificación para hacerlo y la respuesta de la autoridad”.
Agregó que por su parte en la educación pública se comienzan los trabajos y las medidas para iniciar una intensa jornada de limpieza de los planteles, a fin de estar preparados por si las condiciones permiten pasar de amarillo a verde en el semáforo, iniciar actividades presenciales, de manera escalonada, alterna, con medidas de sanidad y sobre todo siguiendo protocolos para este fin.
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