Política migratoria de México es de retención y controladora: Obispo de Nuevo Laredo

Tamaulipas.- Desde finales de 2018, cuando miles de centroamericanos, pertenecientes a la Caravana de Migrantes, decidieron salir de sus países para cruzar México en su camino a Estados Unidos, el Gobierno de México pasó de una política de “puertas abiertas” a una de retención y control, así lo manifestó la Diócesis de Nuevo Laredo Tamaulipas, en una publicación de la Conferencia del Episcopado Mexicano.

El obispo Enrique Sánchez Martínez refiere que el gobierno mexicano ha respondido a los intereses de Estados Unidos y su política anti-migrantes y que ambos países han hecho evidente su comportamiento bipolar frente al fenómeno de la migración.

Estableció que ante las dificultades para construir el denominado muro de la vergüenza, México puso un muro humano con agentes de la Guardia Nacional en la frontera sur, para contrarrestar la amenaza de la imposición de aranceles.

“Ante las dificultades de Estados Unidos para construir el muro de la vergüenza con el que se pretende poner fin a la migración, México salió a brindarle apoyo poniendo un muro humano con agentes de la guardia nacional en la frontera sur, para contrarrestar la amenaza de la imposición de aranceles”.

Se dio a conocer que la Casa del Migrante Nazareth ubicada en Nuevo Laredo Tamaulipas, tuvo en 2019, el mayor flujo migratorio de su historia, al brindar atención a 13 mil 709 personas de 37 nacionalidades con distintos estatus migratorios.

Se atendieron 11 mil 140 hombres y 2 mil 569 mujeres para un total de 13,709 huéspedes, lo que significó mil 485 personas más que en el año 2018.

Con ello, el 2019 se convirtió en el año de mayor flujo migratorio en los 16 años de historia de la Casa del Migrante Nazareth que suma un total 148 mil 192 migrantes atendidos.

La Diócesis detalló que del total de personas recibidas en 2019, 942 son menores de edad, lo que representa un incremento del doble de menores en relación al 2018.

De los 13 mil 709 que recibieron en el año, 11 mil 424 son mexicanos deportados de Estados Unidos y 2 mil 285 migrantes en tránsito y retornados del Programa de Protección a Migrantes (MPP por su sigla en inglés) y de ellos se atendieron a mil 825 extranjeros y 460 mexicanos.

La Casa del Migrante Nazareth, a través del Instituto Nacional de Migración, presentó mil 94 solicitantes de asilo a la Customs and Border Protection en el puente internacional.

Se menciona que el alto índice de deportaciones de mexicanos son un reflejo de los índices de inseguridad y violencia que se viven en México. A su vez, la cantidad de personas provenientes de países africanos, así como de Cuba y Venezuela, son indicativos del fenómeno migratorio del 2019.

Por otro lado, se considera preocupante que la Comisión Mexicana de Atención a Refugiados (COMAR) haya recibido 66 mil 915 solicitudes de asilo en México y sólo haya otorgado dos mil 124.

“Es preocupante lo que va a pasar con los otros 64 mil 791, pues muchos de ellos van a terminar viviendo en la clandestinidad y víctimas de la explotación, y los demás simplemente engrosaran las filas del crimen organizado”.

Finalmente, la Diócesis de Nuevo Laredo se pronucnió a favor de la migración como un derecho humano y resaltó que las personas tienen el derechos de establecerse donde consideren más adecuado para su desarrollo personal, familiar y psicosocial.

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