Las sociedades rural y urbana están obligadas a preservar la existencia de las abejas, insectos diminutos y a la vez fundamentales para la biodiversidad, el equilibrio ecológico, la alimentación, la vida y la sobrevivencia misma del planeta, afirmó el subsecretario de Autosuficiencia Alimentaria de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Suárez Carrera.

Al encabezar la conferencia 49 del ciclo Autosuficiencia Alimentaria, realizada como parte de las conmemoraciones del Día Mundial de las Abejas, Suárez Carrera lamentó que actualmente lo que destaca es el enojo de apicultores y meliponicultores a causa de la mortandad masiva de abejas registrada en marzo pasado en comunidades de Campeche, en la región de los Chenes.

En esa ocasión, dijo, las comunidades San Francisco Suc Tuc, del municipio Holpechén, y Crucero Oxá, reportaron la devastación de tres mil 365 colmenas de 110 apiarios, lo que fue considerado una catástrofe ambiental en la península de Yucatán, en relación con las abejas, y propició el quebranto económico de 80 familias apicultores, con una pérdida valuada en 13 millones de pesos.

Consideró que la muerte de las abejas fue por exposición a plaguicidas y representó “una violación multidimensional a los derechos de los pueblos mayas”. La apicultura, dijo, “estuvo previa a la incursión de la agricultura industrial” en la península de Yucatán.

Dijo que el enojo de los productores de miel “es tan grave y relevante que debemos transformarlo en consciencia colectiva, en acción y movilización”, pues es un tema que atañe a los campesinos y a todos puesto que está de por medio la sobrevivencia de la especie humana y la posibilidad de garantizar la provisión agrícola para la seguridad alimentaria de pueblos y regiones.

Precisó que hay tres tareas prioritarias donde la sociedades citadina y rural deben comprometerse, junto con científicos, legisladores, gobierno y productores de miel, considerando que el reto es de “emergencia nacional, seguridad y sobrevivencia como especie humana”.

La primera tarea es prohibir de forma definitiva el uso de agroquímicos que matan abejas, refirió.

El subsecretario hizo un llamado a aplicar todas las herramientas y métodos que encaren a la producción de alimentos con agrotóxicos, y resaltó la labor que se está haciendo desde la Secretaría de Agricultura, por medio del programa Producción para el Bienestar y su Estrategia de Acompañamiento Técnico (EAT) para propiciar la transición agroecológica en diversos sistemas productivos, incluido el de miel de abejas.

La segunda tarea, expuso, es generar estrategias –basadas en herramientas de denuncia y sanción que ofrece la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco)– para confrontar la adulteración de la miel, un problema serio a escala nacional y global. La falsificación de mieles está socavando a la actividad apícola y la existencia misma de los productores y su forma de vida, además de ser un engaño a los consumidores y un problema de salud pública.

Y la tercera tarea, refirió, es frenar la deforestación, puesto que la pérdida de bosques y el cambio de suelo a uso agrícola industrial, disminuye el hábitat de las abejas.

Al citar a las Naciones Unidas –instancia que en 2018 declaró el 20 de mayo como Día Mundial de las Abejas–, el subsecretario destacó el papel que juegan los insectos polinizadores: “casi 90 por ciento de las plantas con flores dependen de la polinización para reproducirse; asimismo, el 75 por ciento de los cultivos alimentarios del mundo dependen en cierta medida de la polinización y el 35 por ciento de las tierras agrícolas mundiales. Los polinizadores no sólo contribuyen directamente a la seguridad alimentaria, sino que además son indispensables para conservar la biodiversidad”.

Indicó: “Es inviable imaginar o propiciar un futuro con sistemas productivos eficientes para atender la demanda alimentaria del planeta, si en ese futuro no están presentes las abejas. Y para que existan y persistan las abejas es obligado hacer esfuerzos grandes de transición agroecológica y dejar atrás los agrotóxicos. Enterrar de una buena vez la llamada revolución verde, como lo he comentado en ocasiones anteriores”.

Acciones legislativas, judiciales y comerciales

En la conferencia participó el presidente de la Comisión de Desarrollo Rural Sustentable del Congreso de Colima, Alfredo Álvarez Ramírez, quien destacó que en el estado se tiene aprobada una adición al Código Penal, correspondiente al artículo 196 B para castigar a quienes dañen a las abejas, y las penas se duplican para quienes las maten con plaguicidas.

El legislador impulsa en Colima la primera iniciativa de Ley de Desarrollo Agroecológico estatal, y en el marco de su discusión, en 10 foros en los municipios de Colima, fue que surgió la decisión de cambios al Código Penal, pues en agosto de 2022 se registró la muerte masiva de 30 millones de abejas en los municipios de Armería y Tecomán, y los productores de abeja expresaron el reclamo. Esas abejas murieron por exposición al plaguicida “fepronil”.