¿QUÉ VIENE?
SEAN OSMIN HAMUD RUIZ
Desde el año 2011 se proyectó completar a cuatro carriles la autopista Colima-Guadalajara, complemento ideal logístico de la carretera Manzanillo-Colima, pues además de la deseada movilidad con eficiencia de los habitantes del estado hacia el vecino estado de Jalisco, sin duda alguna, la naturaleza mercantil del nuestro puerto (hoy uno de los principales de México y Latinoamérica), era motivo más que suficiente para que esta vía de comunicación se completara.
Con este hecho, sin cuestionamiento, el estado tendrá una ventaja competitiva adicional para subirse de manera exitosa al fenómeno actual de reubicación de inversiones que se conoce como el nearshoring. Gracias a este fenómeno global, fábricas e instalaciones industriales y de servicio, buscan establecerse lo más cercano posible al destino final de los bienes comerciados, con la finalidad de reducir costos. Manzanillo se encuentra en una ubicación de privilegio, que estamos obligados a aprovechar.
Evidentemente esos 800 metros que faltaban para completar la magna obra carretera no son la respuesta única o contundente, pero, con la comunicación adecuada y la estrategia debida, por supuesto que se convierte en argumento atractivo para llamar la atención de la inversión directa a nuestra entidad.
Nuevamente estamos ante una fabulosa oportunidad de generar empleos, derrama económica y bienestar en un mediano plazo y para un beneficio futuro a largo tiempo.
¿Qué debemos hacer?
Para empezar, cacarear el huevo, pero no como un logro 4T’ista o del actual gobierno. Se tienen que mostrar datos y cifras contundentes en ahorros, tiempos y movimientos. Destacar lo que estos parámetros nuevos significan para las necesidades de suministro y proveeduría a diversas cadenas productivas.
Diseñar adecuadas políticas públicas de estímulo a la inversión. Por ejemplo, hay mucho que se puede lograr si se definen mecanismos que faciliten la gestión. Las medianas y grandes inversiones gastan buenos presupuestos en oficinas y especialistas en cabildeo con los tres órdenes de gobierno. Sería indispensable que se creara una Oficina Estatal de Gestión, que hiciera ese trabajo, sin costo para las empresas, de manera transversal y con toda la facilidad que implica que sea una función de gobierno.
Claro está que también, en la medida de lo posible, tiene que haber otras medidas que impliquen ahorros o ventajas económicas para que los distintos proyectos se asienten aquí. Se tiene que trabajar en los presupuestos y destinos adecuados de estos recursos. Si se hace el trabajo correcto, no solo va a convenir al empresario, si no también, en el mediano plazo, a las arcas gubernamentales.
Hay tela de donde cortar, pero se debe ser muy ágil en la toma de decisiones. Si algo caracteriza al capital, es que cuando necesita hacerse productivo, siempre le falta la PACIENCIA.
MICROCUENTO
A pesar de sus miedos, traumas, inseguridades y soledad, ella buscaba solamente poder infundir diciplina, conocimiento y orden en un mundo cada vez más caótico. Creo que mucha comprensión le faltó a Tronchatoro…
