Una Poca de Gracia
Por: Carlos Alberto PÉREZ AGUILAR
Hace algunos años, cuando tuve la oportunidad de ser reportero y conductor de noticias en Televisa Colima, cada año, de noviembre hasta diciembre, participábamos activamente en la campaña de colecta del Teletón.
En esos días éramos muy pocos los que en Colima salíamos con el cochinito morado o amarillo a botear, pues la intención principal era promover, difundir y alentar la participación de la sociedad de manera mediática, respaldando como empresa la jornada que se llevaba a cabo a nivel nacional el primer fin de semana de diciembre. Todo lo que reuníamos lo depositábamos al “nueve, nueve, nueve… nueve” de Banamex.
Hoy me alegra muchísimo ver que, casi 13 años después de aquella etapa, miles de colimenses estén corriendo por las calles, boteando y organizando campañas de día y de noche para recaudar fondos para el Teletón. Pero me alegra aún más que algunas personas que hoy son funcionarios de confianza y de primer nivel en el Gobierno del Estado y en la Universidad de Colima también se pongan la camiseta morada para hacer posible la construcción del CRIT. Antes, por trabajar en una televisora, nos acusaban con tantas tonterías, arrastrando entre esas injurias a una campaña tan noble, real y unificadora como lo es el Teletón.
Al final, la razón y la verdad caen por su propio peso. Como una persona que cree en la democracia, ne alegra que grupos de radicales de izquierda de entonces, que enarbolaban las luchas de la oposición, hoy ocupen un espacio en el sector público y más me hace feliz que, ahora, también porten la camiseta del corazón amarillo o morado del Teletón que muy pocos nos atrevíamos a usar con orgullo hace más de una década. Recordemos que todo lo que venía de Televisa, después del 2012, era condenado y polarizado en las calles y en las nacientes redes sociales.
No es mentira: entre la efervescencia política y la polarización social tras las elecciones de 2012, escuché y leí a quienes hoy son funcionarios públicos decir que el Teletón era un fraude para la evasión de impuestos, que era más dinero para Emilio Azcárraga. Nos llamaban corruptos y rateros por llevar un cochinito y pedir apoyo para el Teletón; nos señalaban en las calles y decían que éramos cómplices del sistema, todo para desprestigiar a un grupo político. La realidad es que uno ni en cuenta con esos propósitos, cuando simplemente, al menos nuestro equipo, nos dedicábamos a contar las historias del día a día
Hoy, con méritos políticos, la izquierda gobierna gran parte del país, con aciertos y errores. Pero más allá de la política, me alegra que causas como el Teletón en Colima coloquen en el centro de la agenda pública a las personas con discapacidad y visibilicen la realidad de muchas familias que requieren apoyo de instituciones con un propósito social. Que hablemos de otros temas más allá de las tragedias de la inseguridad. Que en nuestro estado nos unamos para mostrar que juntos podemos hacer grandes cosas. Que confiemos en los proyectos. Que respaldemos el llamado de apoyo del gobierno en los temas sensibles. Que en Colima nos pongamos las camisetas de la razón y no de la cerrazón.
Deseo de todo corazón que el CRIT en Colima se haga realidad. Es una lucha que hoy es compartida, un sueño que nació hace muchos años y que ahora confiamos en que se concrete. Pero también pido a todos que no dejemos de lado a las asociaciones e instituciones que, sin Teletón, han atendido por décadas las necesidades de la población. Es un doble esfuerzo, sí, pero en Colima podemos con eso y más, por el bien de la sociedad.