Colima.- Las ‘tienditas escolares’ en la entidad, sólo se han hecho acreedoras a amonestaciones y advertencias por faltas menores, ya que según el titular de Educación, Federico Rangel Lozano, han tenido un cambio cultural en cuestión de ventas de alimentos chatarra.
“Cuando se incurre en hechos que no corresponde se advierte y se apercibe que en caso de que se reincida se da por terminado el convenio que existe”, informó el funcionario.
Rangel Lozano detalló que los establecimientos escolares de consumo han dado buena respuesta en la venta de productos.
“Cada unidad de servicios educativos municipal tiene personal encargado de supervisar que los establecimientos escolares de consumo cumplan con la normatividad y quien no cumple con ella simplemente termina el convenio que se ha signado con el plantel educativo que se trate”, aseguró.
Según Rangel Lozano Colima se encuentra adelantada a esta cultura, ya que mientras que a nivel nacional hace un año se establecieron los lineamientos para los establecimientos escolares de consumo, en Colima se aplican desde el 2006 y 2007,
Entre estas son el promover que en los establecimientos de consumo escolar se preparen, expendan alimentos y bebidas que promuevan una alimentación correcta.
Los Lineamientos Generales para el Expendio y Distribución de Alimentos y Bebidas en los Establecimientos de Consumo Escolar de los planteles de educación básica, tienen el fin de combatir el sobrepeso, la obesidad y fomentar la salud alimentaria entre los estudiantes.
“Aunque puede haber algunas fallas de los responsables de los establecimientos escolares de consumo, no tienen nada que ver con los maestros o directores, ya que están concesionados y son personas que en un proceso ofertaron la mejor propuesta y la más adecuada para la cuestión de los alimentos y el beneficio de los estudiantes como para que la escuela en sí esté de acuerdo con lo que se está llevando a cabo”, concluyó el titular de Educación.
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