Washington, D.C.— Decenas de miles de personas salieron a las calles este sábado en todo Estados Unidos para protestar contra lo que califican como un nuevo impulso autoritario por parte del presidente Donald Trump, en medio de su segundo mandato.
Bajo el lema «No Kings» (No a los Reyes), más de dos mil manifestaciones se llevaron a cabo en los 50 estados, en una jornada bautizada como el “Día Sin Reyes”, que coincidió con el 79° cumpleaños del mandatario y un controvertido desfile militar en la capital del país.
La jornada arrancó marcada por la conmoción tras un ataque violento en Minnesota, donde la congresista estatal demócrata Melissa Hortman y su esposo fueron asesinados, y el senador estatal John Hoffman resultó herido. A pesar de la tragedia, la movilización nacional no se detuvo.
Convocadas por organizaciones civiles y movimientos progresistas, las protestas buscan visibilizar el rechazo a lo que los organizadores denuncian como una deriva autoritaria del Gobierno federal.
Los actos se concentraron en plazas públicas, escalinatas de juzgados y parques comunitarios, con especial fuerza en ciudades como Filadelfia, considerada cuna de la democracia estadounidense, y en Los Ángeles, donde las tensiones vienen creciendo desde el pasado 6 de junio tras las redadas masivas contra migrantes.
“El 14 de junio, Día de la Bandera, el presidente Trump quiere tanques en las calles y una exhibición televisiva de dominación para su cumpleaños. Pero el verdadero poder se alza en todas partes”, dice el manifiesto difundido por los convocantes.
El mensaje agrega: “Nos presentamos donde él no esté: para decir no a los tronos, no a las coronas, no a los reyes”.
Desfile militar en Washington
Mientras tanto, en Washington, el presidente celebró su cumpleaños con un enorme desfile militar, que ha sido criticado por opositores y analistas por considerarlo un acto propagandístico y personalista. Trump justificó el evento como parte de la conmemoración por el 250 aniversario del Ejército de Estados Unidos, aunque muchos lo ven como un espectáculo de fuerza.
“No se ha convocado acto alguno en Washington adrede, para evitar que lo que suceda allí sea el centro de gravedad”, explicaron voceros del movimiento No Kings.
Trump ha declarado que la celebración será “por todo lo alto”, y lanzó una advertencia: “Si hay alguna protesta, cuando salgan se enfrentarán a una fuerza muy poderosa”.
El mandatario también ordenó el despliegue de miles de efectivos de la Guardia Nacional, especialmente en Los Ángeles, con el argumento de contener disturbios. Esta medida fue cuestionada por las autoridades locales, que consideran que la situación estaba bajo control y que el envío de tropas solo ha intensificado la tensión.
Un juez federal declaró ayer ilegal la decisión presidencial, pero horas después, un tribunal de apelaciones dejó la orden en suspenso, permitiendo la presencia militar en las calles.
A este clima se sumó el gobernador de Texas, Greg Abbott, quien anunció el envío de más de 5.000 elementos de la Guardia Nacional y 2.000 policías estatales para hacer frente a las movilizaciones previstas en su estado.
La creciente tensión en las calles y la fuerte polarización política dibujan un escenario complejo para el futuro inmediato del país. Mientras el presidente busca proyectar fuerza con actos públicos y militarización, una parte importante de la ciudadanía responde con movilización y resistencia pacífica.
Para los organizadores del “Día Sin Reyes”, el mensaje es claro: “La democracia no se defiende con desfiles, sino con ciudadanía activa”.
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