EU/ Héctor Dayer.- Miembros de aproximadamente 370 familias se reunieron esta mañana en medio del río Bravo, tras años de no verse, al estar divididos por la frontera y su estatus de inmigración.
Es la tercera vez que se realiza esta actividad binacional llamada ‘Abrazos, no Muros’, organizada por la Red Fronteriza por los Derechos Humanos; sin embargo, ahora se realiza en el marco de la reciente toma de posesión de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, quien insiste en la colocación de un muro entre su país y México, así como realizar deportaciones masivas.
A una temperatura bajo cero y en medio de un riachuelo de fango, las familias comenzaron a bajar por grupos para abrazar a sus seres queridos que viven del otro lado de la línea divisoria por espacio de unos minutos.
El primero en disfrutar del abrazo de su hermana, tras 27 años de no verla, fue Miguel Ángel García Soto.
«¡Estoy rebosando de felicidad! esto nos está demostrando que a pesar de todo, seguimos unidos, ojalá Trump pudiera verlo», expresó.
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