Paraguay.- Luego de que senadores de Paraguay aprobaron un proyecto de enmienda constitucional que prevé la reelección presidencial, manifestantes provocaron disturbios e incendios en la sede del Congreso Nacional, en Asunción, dejando como saldo la muerte de un joven cuando interviene la policía.
En la votación participaron 25 senadores, se realizó a puerta cerrada en una oficina, mientras el Palacio Legislativo era custodiado por la policía. Como saldo se registró la muerte del joven Rodrigo Quintana, por un impacto de bala emitido por el Suboficial Ayudante Gustavo Florentín, esto de acuerdo a información de la presidencia de ese país.
En un comunicado, el presidente de la República de Paraguay, Horacio Cartes, menciona que ante los hechos vandálicos ocurridos contra la sede del Congreso Nacional, insta a la ciudadanía a mantener la calma y a no dejarse llevar por quienes desde hace meses vienen anunciando hechos de violencia y derramamiento de sangre.
«El incendio generado en la sede del Congreso Nacional demuestra, una vez más, que un grupo de paraguayos empotrados en la política y en medios masivos de comunicación, no escatimarán esfuerzos para lograr el objetivo de destruir la democracia y la estabilidad política y económica del país».
«La democracia no se conquista ni se defiende con la violencia y pueden estar seguros que este gobierno seguirá poniendo sus mayores esfuerzos para mantener el orden jurídico en la República. Insto a todos mis compatriotas al diálogo y a respetarnos en el disenso».
Ante estos hechos se destituyó del cargo a Miguel Tadeo Rojas, ministro del interior y al comandante de la policía nacional, comisario general comandante Críspulo Sotelo.
Se designó a Lorenzo Darío Lezcano Sánchez para el cargo de encargado del ministerio del interior y al Comisario General Director Luis Carlos Rojas Ortiz como Comandante Interino de la Policía Nacional.
Mas tarde en un video señaló:
«Siento mucho los hechos de la plaza del Congreso. Me duele que civiles y policías sufrieran lesiones y me someto a una autocrítica porque los políticos no hemos podido – hasta hoy – dirimir nuestras diferencias con el diálogo y la paz».
«Mañana es domingo, día de familia, aprovechemos ese momento para reflexionar sobre el valor de la paz y la armonía entre compatriotas. Pensemos en nuestros hijos, para ellos tenemos dos países posibles: el mismo de siempre que vivió en horribles peleas entre políticos, atraso, prebendarismo y carencias; o ese otro país, el que soñamos, que queremos se construya con buena gestión, lejos de la corrupción, con obras públicas que den empleo a los trabajadores, con viviendas que alojen a los más humildes y por sobre todo con oportunidades para el buen vivir».
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