Elvia González del Pliego Dorantes, consultora independiente en estudios de género y cultura de paz, impartió la conferencia inaugural del 16 Coloquio Internacional “Género y cultura de paz: Coordenadas para la transformación social”, en el Auditorio de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad de Colima (UdeC).
Bajo el título “Educación, género y paz”, la conferencista dijo que hay diferentes versiones de lo que es la paz debido a que esto depende de cada cultura, contexto y persona. Zoraida Hussein, citó, la define según el contexto, pues para una mujer refugiada es volver a su casa o para la madre que tiene a su hijo en una cárcel israelí, es que vuelva a casa. Vivir en un Estado en el que hay pobreza o crisis, no es paz: “Tendremos diferentes visiones, pero siempre estamos hablando de una paz que nos lleve a la tranquilidad y a donde se respeten los derechos”, expuso.
En los estudios sobre la paz se tienen tres tipos de violencia: la directa, que se ve a simple vista; la cultural, que está en la esfera simbólica y se materializa a través de las ciencias, arte, religiones y la cultura (es la que normaliza o justifica la violencia), y la estructural, que tiene que ver con la injusticia social.
Elvia González explicó que el Manifiesto de Sevilla, elaborado por especialistas de diferentes disciplinas en el Año Internacional de la Paz, señala que la violencia no es algo que se trae de manera genética, natural o biológica, sino que lo aprendemos a través de los procesos de socialización. “Porque muchas veces a mí me ha tocado hablar con estudiantes que nos dicen que los hombres traen una especie de gen de la violencia. No es cierto. Es algo que se aprende en el proceso de la socialización”, sostuvo.
Dijo que la violencia se refiere a aquellas acciones que obstaculizan el desarrollo humano, que atentan contra los derechos y contra necesidades básicas. “Obviamente interfiere en nuestra alegría y armonía”. El conflicto lo definió como una incompatibilidad entre dos o más personas o grupos o países, que puede ser real o una interpretación.
La experta indicó que la construcción de paz tiene que ver con la erradicación de la violencia, el acceso a la justicia y con el gozo pleno de los derechos humanos. “Desde ahí se vincula con la igualdad de género”. Destacó que en las instituciones de educación superior y en otros niveles educativos, se está haciendo un esfuerzo por atender y construir la paz, y promoverla.
“¿Qué hago con los medios de comunicación que me bombardean con una serie de información? ¿Qué hago con las familias donde la violencia es continua? ¿Qué hago con este entorno donde mis estudiantes salen a tal hora y se arma la balacera? No se garantizan los derechos a una vida libre de violencia de todas las personas en muchos lugares, y ahí es importante, no solamente acciones militares sino también empezar a pensar qué vamos a hacer con los daños que están viviendo esas infancias y esas juventudes con los traumas que no están siendo atendidos, que no están siendo sanados”, planteó.
En este sentido, dijo que el espacio educativo es importante para la promoción de la cultura de paz y la reconstrucción de paz, y que una de las acciones importantes es no actuar para prevenir nada más, sino tener las herramientas, habilidades y recursos para hacer frente a los conflictos. “Como instituciones de educación superior tienen una importante oportunidad de meter en sus planes de estudios estrategias para la transformación y resolución de conflictos, el uso del diálogo, para la comunicación asertiva y la escucha activa.
“Estamos formando personas que el día de mañana van a trabajar en diferentes ámbitos, y si queremos que ayuden a la transformación social, no solamente tenemos que llenarlos del conocimientos de sus profesiones, sino también hay que darles estrategias y herramientas”, agregó.
Por último, dijo que desde la educación superior es importante reconocer el trabajo de las organizaciones de mujeres en favor de la igualdad y en la construcción de paz, por su capacidad de incidir políticamente a nivel local, nacional y multilateral.