INTELIGIBLE

¿QUÉ VIENE?

SEAN OSMIN HAMUD RUIZ 

Así creo que fue el informe, inteligible. ¿Acaso no se comprendió porqué se denominó el TERCERO? ¿No quedó claro que el rumbo no cambia? ¿Queda alguna duda acerca de la firme convicción de estar haciendo lo correcto?

Y lo que escuchamos ayer del presidente alimenta a su grey. Quienes más se identifican con el movimiento, no paran de elogiarlo y apuntalarlo. Para ellos es clarísimo el camino. Y procuran aplicar esta forma de pensamiento en donde pueden.

Por ejemplo, ¿Vieron cómo nuestros diputados locales seguros están que excluyendo al género masculino de la terna propuesta y fallida para elegir Ombudsperson, fortalecen la equidad de género?

Distorsionar, matizar, distraer, mentir pues, es la muestra de una congruencia que es difícil de identificar en otros momentos. El comportamiento no cambia, se perpetra y sofistica.

Algunos tuvimos la esperanza de encontrar algo más de pragmatismo. Supusimos ver venir ajustes que surgieran del análisis, de la razón. Nada.

La serenidad con que muestra el convencimiento de la correcta acción, contrasta con la desesperación que se siente al observar la realidad. Sin embargo, sin duda, son distintos los cristales con que se mira.

Y ya no importa si es el primero, el tercero, o menos, como el quinto. Lo triste es que comenzamos a resignarnos, a doblegarnos ante la tozudez, ante la ignominia cotidiana.

Si dejamos la resistencia, dejamos nuestra dignidad. El resultado futuro se perfila con claridad. Permitirlo es nuestra responsabilidad.

Hoy ya nadie puede sentirse engañado.

Quienes adoran escuchan lo que necesitan.

Quienes criticamos, confirmamos la sospecha.

No hay ni habrá vuelta de hoja.