Infecciones por VIH aumentaron en más del 20 % durante la última década en Latinoamérica

Según información difundida por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en América Latina, el número de nuevas infecciones por el VIH aumentó en un 21 % de 2010 a 2019. Al mismo tiempo, en la última década, el número de muertes por enfermedades relacionadas con el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) ha disminuido en un 8 %. En cambio, en el Caribe ha caído un 37 %. 

Sin embargo, según los datos de ONUSIDA, unos buenos datos no significan que debamos estar menos atentos, ya que todavía queda un largo camino por recorrer. La directora de la OPS, Carissa F. Etienne, recalcó que en Latinoamérica, sin duda, la infección por el VIH continúa siendo un grave problema de salud pública. “Debemos hacer frente a las desigualdades, el estigma y la discriminación para asegurarnos de que nadie se quede atrás”, mencionó. 

En un contexto de pandemia, Etienne sostuvo que se espera que el impacto de COVID-19 en los servicios básicos de salud, especialmente en países con sistemas de salud frágiles, exacerbe esta situación. Por tal motivo, es importante redoblar los esfuerzos para proteger dichos servicios y continuar trabajando hacia el objetivo final de eliminar el SIDA, que causa un sufrimiento severo en las personas. 

Medidas para reducir los riesgos de contagio 

La OMS y la OPS recomiendan la autoprueba de VIH y otras ITS como estrategias claves para lograr el objetivo de las Naciones Unidas de que el 90 % de las personas que viven con el VIH conozcan su estado. 

Cuando las personas saben si tienen una infección, pueden controlar su salud y su vida. El diagnóstico temprano y el tratamiento apropiado en las primeras etapas de la enfermedad pueden aumentar la efectividad del tratamiento del VIH y reducir el desarrollo del SIDA. Saber si está infectado también disminuye la posibilidad de transmitir inconscientemente el virus a otras personas.

Además, si una persona tiene relaciones sexuales, puede reducir el riesgo de contraer infecciones de transmisión sexual mediante el uso de preservativos, la práctica de la monogamia, la vacunación y evitar el consumo excesivo de alcohol o drogas.

Según Eva Coronado, editora del segmento Sexo de SinCABLE, “los preservativos pueden reducir el riesgo de contagio en un 69 %. Cada año, se utilizan más de 5 mil millones de condones para prevenir las infecciones de transmisión sexual en todo el mundo. De esta cantidad, una media del 40 % fue comprada por mujeres. Los preservativos de látex son la forma más eficaz de prevenir el VIH y otras ITS. Pueden contener hasta 3,7 litros de agua y tienen la capacidad de estirarse hasta 7 veces su tamaño”, sostiene. 

En lo que respecta a la vacunación, una persona puede vacunarse para protegerse del virus del papiloma humano (VPH) y la hepatitis B, que también son consideradas infecciones de transmisión sexual. Finalmente, beber excesivamente o consumir drogas puede llevar a comportamientos peligrosos, como compartir agujas para inyectarse drogas o no usar preservativo durante las relaciones sexuales.